Las fuerzas de seguridad de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (Asayîş) han frustrado este jueves un intento de fuga de la prisión de Sina en Hesekê.

Se han producido enfrentamientos en el exterior del complejo de edificios con presuntos secuaces de los reclusos, y se busca a los hombres. Los desconocidos hicieron estallar varios barriles de gasóleo en las instalaciones de una empresa petrolera. La explosión provocó ondas de presión en llamas, pero, según las informaciones previas, no hubo heridos.

La prisión de Sina, situada en la zona industrial del distrito de Xiwêran (Ghweiran), alberga a más de 5.000 simpatizantes y miembros de la organización terrorista Estado Islámico procedentes de una cincuentena de países, entre los que se encuentran mercenarios del EI muy peligrosos.

Según las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), el incidente del jueves fue un "intento fallido de liberar" a los prisioneros, que probablemente fue llevado a cabo por células durmientes de la milicia yihadista. Porque al mismo tiempo que lo que ocurría fuera de los muros de la prisión, estallaron disturbios en el edificio, que, sin embargo, fueron rápidamente contenidos.