Según la información recibida, un kolbar llamado Ezizi Reisi ha sido asesinado por las fuerzas del régimen en la ciudad de Shino, en la provincia de Urmia.

Se ha sabido que Reisi era natural de la población de Girdik en Mèrgewer, Urmia.

El 1 de octubre, un kolbar resultó herido en la explosión de una mina en la zona de Hewraman.

El 22 de septiembre, un grupo de kolbars fueron atacados por las fuerzas del régimen en la región de Shino. Un kolbar murió en el ataque y otro resultó herido.

El 23 de septiembre, las fuerzas del régimen volvieron a abrir fuego contra un grupo de kolbars en Urmia, hiriendo a uno de ellos.

Al menos 37 kolbars asesinados en 6 meses

Según Kolbernews, en el periodo de 6 meses comprendido entre principios de marzo y finales de agosto de 2019, al menos 37 kolbars han sido asesinados y 82 han resultado heridos en ataques de las fuerzas del régimen iraní y explosiones de minas, y a causa del frío extremo o de avalanchas entre las fronteras del este, norte y sur del Kurdistá.

29 de estas muertes fueron consecuencia directa del fuego abierto de las fuerzas iraníes.

La tragedia de los kolbars

El Kurdistán Oriental se ha empobrecido año tras año con las políticas conscientes del régimen iraní. De hecho, el Kurdistán Oriental se destaca como una de las regiones más pobres de Irán.

En comparación con otras regiones, hay menos inversión y el desarrollo se ha visto reducido de forma deliberada. Se ha impedido el desarrollo de la agricultura y la industria. Como resultado, la tasa de desempleo ha alcanzado el nivel más alto en comparación con otras partes de Irán.

Para combatir las políticas de discriminación, opresión y empobrecimiento, transportar y comerciar con bienes ilegales no es una opción, sino una necesidad de supervivencia.

Kolbar o kolber proviene de la unión de las palabras kurdas "kol" y "bar". "Kol" significa espalda y "bar" significa carga.

Los kolbars se gana la vida llevando productos a su espalda a través de la peligrosa frontera.

Estos productos incluyen cigarrillos, teléfonos móviles, artículos para el hogar, té y, raramente, bebidas alcohólicas.

Este comercio entre el sur y el este del Kurdistán es peligroso. Son productos que se venden a precios muy altos en centros comerciales como Teherán, y que los kolbars venden casi a precio de saldo.