Las Madres de los Sábados cumplen 698 semanas de concentraciones en Estambul

En esta ocasión la jornada estuvo dedicada a Ibrahim Kartay, cuya historia fue contada.

Las Madres de los Sábados se han vuelto a concentrar, como cada sábado desde hace 698 semanas, en la Plaza Galatasaray de Estambul para exigir justicia y verdad para los desaparecidos en Turquía y Kurdistán. La sentada, las pancartas y las fotos de los desaparecidos se han convertido ya en una estampa tradicional de los sábados a mediodía en esta céntrica plaza de la ciudad.

Las Madres y aquellos que se les han unido en esta ocasión durante la concentración han reivindicado a Ibrahim Kartay para pedir justicia por él. Ibrahim Kartay desapareció el 15 de agosto de 1994 en Amed (Diyarbakır) tras ser llevado bajo custodia del estado.

El primero en hablar fue Hasan Karakoç, hermano de Ridvan, que desapareció en 1994 y cuyo cuerpo fue encontrado en 1995.

Hasan Karakoç ha recordado que en Turquía miles de personas comparten el mismo destino que Ridvan Karakoç. “Esto fue un acto cometido por agentes del estado que llevaban vuestro uniforme,” ha señalado Hasan.

Karakoç se ha dirigido directamente a las autoridades para amonestarles. “Estáis protegiendo a los asesinos ejecutores. Llevamos 23 años y estaremos 23 años más. Buscaremos justicia durante 100 años si hace falta,” ha afirmado.

Después de la intervención de Karakoç, fue el turno de Ikbal Eren, que habló sobre su hermano Hayrrettin que desapareció el 21 de noviembre de 1980. “Nos hemos estado concentrando aquí durante  698 semanas, preguntando a las instituciones estatales sobre las personas desaparecidas y que fueron asesinados bajo su cargo,” ha relatado Ikbal Eren.

Eren preguntó al estado porque no “cumplís con vuestra obligación de desarrollar investigaciones efectivas e independientes que finalmente arrojen luz sobre que les ha pasado a nuestros familiares que desaparecieron mientras estaban bajo custodia del estado”.

Eren ha sido el encargado de contar la historia de Ibrahim Kartay, que fue detenido el 15 de agosto de 1994 tras una operación realizada en una aldea de Hani en Amed.

“Una de las aldeas que fue rodeada por soldados aquella mañana fue Gomeç, a unos 19km de Hani. Cientos de soldados entraron en la aldea y ordenaron marcharse a la población. Empezaron a quemar las casas sin dar el suficiente tiempo a la población para que pudieran coger sus pertenencias” explicó Eren.

Ibrahim Kartay tenía 29 años y tuvo que irse de su aldea con su familia, su esposa embarazada de 6 meses y sus tres hijos. Kartay, antes de irse, entró en su casa que todavía no había sido quemada para conseguir comida. Cogió algo de queso, pasta de tomate y pan y salió para reunirse con su familia. Recorrió una corta distancia cuando fue detenido por los soldados. Su esposa, Sakime Cakir, le esperó a la entrada de la aldea pero tras un tiempo fue informada por otros vecinos que Ibrahim había sido arrestado por los soldados.

Sakime Cakir fue con sus hijos a la aldea de al lado y esperó a su marido. Diez días después no había noticias de Kartay, así que su esposa fue a la oficina de la Fiscalía de Hani con su suegro para averiguar que le había pasado a su marido.

Cuando la Oficina del Fiscal no pudo darle ninguna respuesta se fue a la comisaría de la Gendarmería. Una vez ahí los gendarmes les dijeron a Kadri Kartay que su hijo era un “terrorista, pero le hemos soltado. No sabemos a donde ha ido.” Pero Kartay nunca regresó a casa, así que su padre fue una vez más a la comisaría de la Gendarmería pero fue recibido a balazos y amenazado.

Otro vecino envió un mensaje a la familia de Ibrahim para decirles que había estado junto a él 8 días mientras estaba bajo custodia del estado  y que Ibrahim le había dicho que temía por su vida.

21 años han pasado desde entonces y finalmente alguien informó a la familia de Ibrahim Kartay que éste había sido quemado en un lugar cercano al cementerio del distrito central de Hani.

Con esta información, su esposa y su hijo acudieron a la Oficina de la Fiscalía de Hani acompañados de la rama de Diyarbakir de la Asociación de Derechos Humanos (IHD). La Oficina del Fiscalía les dio permiso para excavar el lugar. El 3 de junio de 2015 los restos de un cuerpo junto a alguna ropa fueron encontrados.

Los huesos encontrados fueron enviados al Instituto de Medicina Forense de Estambul para ser identificados. Sin embargo, el Instituto les explicó que el ADN de los huesos no encajaba con las muestras de ADN de la familia.

Salime Cakir lleva 24 años buscando a su marido y ha dicho que continuará la búsqueda mientras esté viva, porque quiere justicia y saber la verdad sobre lo que le pasó a su marido.