En una declaración, la Asociación Central de Yazidis, la asociación de mujeres y otras organizaciones, han impugnado el acuerdo entre el KRG y el gobierno central iraquí ya que consideran que "carece de toda legitimidad porque no se incluye a los afectados en el proceso de adopción de decisiones".

El acuerdo firmado en Bagdad, sobre el futuro de la región, es el resultado de largas negociaciones bajo la presión de los Estados Unidos.

"Vemos con gran consternación que el gobierno iraquí cede a la presión del déspota Erdogan al concluir acuerdos sobre los yazidis, lo que socava completamente los intereses de los yazidis. Es más que sorprendente ver que el gobierno iraquí, junto con un centro de poder como el gobierno regional kurdo, toma decisiones para la 'protección de los Yazidis' sin consultar a los Yazidis y sus representantes", denuncian las organizaciones firmantes.

Para las organizaciones el acuerdo está firmado por "el mismo centro de poder que retiró sus miles de peshmerga sin luchar durante el genocidio llevado a cabo en Shengal el 3 de agosto de 2014 y así entregó cientos de miles de yazidis al Estado Islámico". 

Los firmantes consideran que este acuerdo reforzará el desplazamiento de la población:
"Para empeorar las cosas, se ha llegado a un acuerdo que corresponde plenamente a los deseos y objetivos político-geoestratégicos de Erdogan. Se trata de un acontecimiento catastrófico para la sociedad yazidí y, por lo tanto, completamente inaceptable. Esta estrategia, si se persigue y se aplica de esta manera, sólo puede y sólo podrá forzar el proceso de emigración de los yazidis. Todas las decisiones y acuerdos tomados por las fuerzas que perdieron su legitimidad como resultado de su contribución al genocidio en agosto de 2014 son ilegítimos a los ojos de los yazidíes".

La declaración terminó con las siguientes observaciones: "Pedimos principalmente al gobierno iraquí, pero también a todas las organizaciones internacionales como la ONU, el Consejo de Europa, la UE y los países influyentes que utilicen su influencia para preservar la existencia de la sociedad yazidí. Nuestro llamamiento también se dirige a todos los yazidis y a las fuerzas democráticas para que levanten sus voces contra tales maquinaciones y para que protesten".

La declaración está firmada por la Asociación Central de Yazidíes (NAV-YÊK), organización que agrupa a las mujeres yazidíes (SMJE), MŞD, la Asociación de Jóvenes Yazidíes (HCE), la alianza de los yazidíes de Siria (YES) y la coordinación de las comunidades de aldeas yazidíes de Turquía (KMGE).

Antecedentes

Según una declaración de la Oficina del Primer Ministro, "Con el histórico acuerdo patrocinado por Mustafa Al-Kadhimi en coordinación con el Gobierno Regional del Kurdistán, el gobierno central asumirá la seguridad de Shengal y se pondrá fin a la existencia de grupos  no invitados. El acuerdo también allanará el camino para la plena reconstrucción del distrito y el regreso de los desplazados".

La declaración afirma además que el acuerdo concluido tendrá efectos positivos a nivel local e internacional, recordando que el hecho de que aún no haya estabilidad en Shengal se debe al "Estado Islámico" (IS), y que aún hoy en día los servicios en la región son insuficientes. Al-Kadhimi había prometido hacer todo lo posible por encontrar a los yazidis que siguen desaparecidos. Para que el acuerdo se aplique con éxito, el gobierno central cooperará con el gobierno regional kurdo de manera coordinada, dijo y añadió que la ayuda de la población de Shengal también es necesaria para ello.