Los comerciantes: ¡Moriremos de hambre, no de una pandemia!

Taylan Kaçar tiene un bar en Kadıköy, Estanbul. El bar lleva cerrado desde marzo, cuando la epidemia estalló por primera vez. Sin embargo, le siguen cobrando alquiler e impuestos. "Moriremos de hambre, no de coronavirus", declara.

Los pequeños comerciantes son una de las víctimas de las malas políticas del gobierno durante el proceso de la epidemia. Mientras que algunos sufren grandes pérdidas debido a las restricciones, otros están al borde de la bancarrota porque no han podido abrir su tienda. Taylan Kaçar, cuyo bar ha estado cerrado durante 9 meses debido a una medida publicada por el Ministro del Interior en marzo de 2020, habló con ANF.

Kaçar declaró que se enfrentan a la discriminación porque el gobierno trata a los bares de manera diferente.

Señalando que les han cobrado tanto el alquiler como los impuestos a pesar de que la tienda ha permanecido cerrada durante 9 meses, Kaçar explicó que su deuda de alquiler ha aumentado a 200 mil TL. Dijo que estaba tratando de controlar la situación pidiendo prestado dinero a sus familiares y amigos, pero que ya no hay nadie a quien pedirle prestado dinero para mantener a su familia y pagar sus deudas.

Kaçar destacó que casi 100 comerciantes que tienen licencias de bar sólo en Kadıköy sufrieron el mismo destino desde que todos los cafés y restaurantes se cerraron por la nueva "cuarentena".

"No moriremos de coronavirus, pero moriremos de hambre al final. Necesitamos comida y pan", protestó.

Tras señalar que habían conducido al sector de los servicios a la desesperación durante este proceso, Kaçar explicó que 8 personas que trabajan para él están actualmente en el paro, beneficiándose del subsidio de trabajo a corto plazo y manteniendo sus vidas por 39 TL al día.

Kaçar comentó que los comerciantes se veían obligados a pedir préstamos de los bancos , pero que se debería introducir una amnistía de registro/impuestos y no deberían recaudarse considerando el proceso de la epidemia.