La Dirección de Migración dependiente del Ministerio del Interior turco había anunciado recientemente que se iban a evacuar 5 campamentos de refugiados en Antep, Adiyaman y Mardin y que los refugiados allí se instalarían en campamentos en Hatay, Kilis y Urfa. La mudanza continúa en el campamento de Midyat, Mardin todavía.

Muchas familias de inmigrantes sirios en el campamento, incluidas las familias Yazidis, han sido trasladadas a varios campamentos.

La mayoría de los yazidíes que no quieren establecerse en otros campamentos han optado por permanecer en el distrito y alquilar viviendas. Pero hay personas, incluidos guardias locales (grupos locales armados por el estado para luchar contra el pueblo kurdo y su lucha por la libertad), que intentan aprovecharse de la situación y defraudar a los yazidíes. Los guardias de la aldea piden comisiones y tarifas muy altas a los yazidíes que buscan alquilar, e intentan establecer a la gente en casas que han determinado de antemano.

Cuando los Yazidis notaron que este era el caso, apelaron a la comisión Solidaridad con la Gente de Shengal formada por la oficina del distrito del Partido Democrático de los Pueblos (HDP). Los miembros del HDP y los Yazidis se encontraron el otro día para encontrar una solución. Un grupo que incluía guardias de la aldea atacó a los miembros del HDP después de esta reunión.

El miembro sirio de HDP, Firat Kucukaslan, resultó herido en el ataque. Kucukaslan tiene hematomas en su cuerpo, Firat fue amenazado y le indicaron que "no se inmiscuya demasiado en este asunto" durante el ataque.

Kucukaslan dijo que los guardias del pueblo les dijeron: "Cuando necesitamos honor, tomaremos el honor de estas personas por la fuerza. Cuando necesitamos dinero, tomaremos dinero de ellos a la fuerza. Ustedes no deberían inmiscuirse demasiado en esta cuestión; si sucede, ocurrirán cosas malas".

Uno de los atacados, el Administrador Provincial del HDP por Mardin, Huseyin Alper, dijo que su solidaridad con los yazidíes no le sienta bien a ciertos grupos y señaló que los atacantes eran funcionarios estatales.