Davut Barin, uno de los presos en huelga de hambre, informó que sus celdas fueron allanadas y sus suministros, como la sal y el limón, que son importantes para la presión sanguínea durante la privación de alimentos, fueron incautados.
A medida que continúan las huelgas de hambre iniciadas por los presos políticos contra el aislamiento del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan, se intensificaron las medidas represivas contra quienes se habían sumado a la acción. Davut Barin, que forma parte del segundo grupo de presos que han asumido la huelga de hambre en la prisión cerrada H de Eskişehir, habló de los abusos en una llamada telefónica con su madre, Necla Barin.
Necla Barin expresó que después de que su hijo y otros presos iniciaran una huelga de hambre contra el aislamiento y las violaciones de los derechos, los guardias y gendarmes hicieron una redada en sus celdas y confiscaron sus cuadernos, libros y otras cosas personales.
Barin dijo que la sal y el limón que necesitaban los presos también fueron confiscados durante las redadas, y la administración de la prisión trató de desalentar la participación de los presos en la huelga de hambre. Necla Barin pidió que las demandas de los huelguistas de hambre fueran aceptadas.
La huelga de hambre fue iniciada el 27 de noviembre por miembros del PKK y la PAJK en protesta por el aislamiento de Abdullah Öcalan y las restricciones personales adicionales y las violaciones de los derechos humanos a las que han sido sometidos los presos políticos desde el comienzo de la pandemia de Covid-19. En la primera etapa, la huelga de hambre se lleva a cabo en grupos, alternándose durante cinco días cada vez.
