En las zonas de ocupación turca en torno a Afrin, Girê Spî (Tal Abyad) y Serêkaniyê (Ras al-Ain) en el norte de Siria, continúan los saqueos, los asesinatos y las violaciones. Miles de personas han sido secuestradas desde que sus tierras fueron ocupadas por el ejército turco y sus aliados mercenarios. Se desconoce el paradero de la mayoría de ellas. Sin embargo, se sabe que más de 500 civiles están en las cárceles de Turquía y condenados arbitrariamente a cadena perpetua.

En septiembre, un informe de la ONU confirmó lo que la gente de la zona de ocupación turca en el norte de Siria llevaba tiempo denunciado: el Estado turco y sus mercenarios yihadistas están perpetrando graves crímenes de guerra en Afrin y Serêkaniyê. Esto incluye deportaciones a las cárceles turcas. El número exacto es difícil de determinar. La mayoría de ellos son llevados a juicio en Urfa y acusados de “destruir la unidad del Estado y de todo el país”. Otros cargos incluyen “asesinato” o “pertenencia a una organización terrorista”. Por estos motivos infundados, se les condena a cadena perpetua con agravantes, lo que en la legislación turca significa que tienen que morir en prisión.

Según los abogados, casi todos los detenidos fueron secuestrados por soldados o mercenarios turcos con el fin de extorsionar a sus familiares pidiendo un rescate por ellos. Cuando no pueden pagar el rescate, los secuestrados son asesinados o entregados a la justicia turca.