El 28 de noviembre se llevaron a cabo amplias operaciones de detención en las provincias de Bitlis y Van, en el marco de una investigación iniciada por la Fiscalía General de Bitlis. Se detuvo a 110 personas, entre ellas mujeres y niños. Algunos de los detenidos fueron conducidos al cuartel general de la policía de Bitlis y posteriormente puestos a disposición judicial.

Más de cincuenta personas quedaron en prisión preventiva acusadas de pertenencia, apoyo o financiación de una organización terrorista. Al parecer, los detenidos fueron maltratados bajo custodia policial y se les negó el acceso a abogados.

Durante las redadas, también fue asaltada la casa de un septuagenario con discapacidad visual en el pueblo de Şên, en el distrito de Hizan. Los soldados destruyeron la puerta principal y las ventanas y registraron la casa durante horas. Cuando resultó que se trataba de un caso de desinformación, amenazaron a la familia para que no presentara cargos contra los militares.