MSF: "Gaza se ha convertido en una fosa común para los palestinos y quienes les ayudan"

“Las autoridades israelíes deben poner fin a su castigo colectivo contra los palestinos”, afirmó MSF, instando a los aliados del estado israeli a poner fin a su complicidad y dejar de permitir la destrucción de vidas palestinas.

PALESTINA

"Mientras las fuerzas israelíes reanudan y amplían su ofensiva militar por aire, tierra y mar en la Franja de Gaza, Palestina, desplazando a la fuerza a personas y bloqueando deliberadamente la ayuda esencial, las vidas palestinas vuelven a ser destruidas sistemáticamente", advirtió Médicos Sin Fronteras (MSF), tras una serie de ataques mortales por parte de las fuerzas israelíes que han demostrado un flagrante desprecio por la seguridad del personal humanitario y médico en Gaza.

En un comunicado emitido el miércoles, MSF afirmó: "Hacemos un llamamiento a las autoridades israelíes para que levanten de inmediato el asedio inhumano y mortal a Gaza, protejan la vida de los palestinos, del personal humanitario y médico, y para que todas las partes restablezcan y mantengan el alto el fuego".

“Gaza se ha convertido en una fosa común para los palestinos y quienes acuden en su ayuda. Estamos presenciando en tiempo real la destrucción y el desplazamiento forzado de toda la población de Gaza”, denunció Amande Bazerolle, coordinadora de emergencias de MSF en Gaza. “Sin un lugar seguro para los palestinos ni para quienes intentan ayudarlos, la respuesta humanitaria se encuentra gravemente afectada por la inseguridad y la grave escasez de suministros, lo que deja a la gente con pocas, o ninguna, opciones para acceder a la atención médica”, agregó.

Más de 50.000 personas han muerto desde octubre de 2023, casi un tercio de las cuales son niños, según el Ministerio de Salud. Desde la reanudación de las hostilidades el 18 de marzo, más de 1.500 personas han muerto, según las autoridades locales.

Según las Naciones Unidas, al menos 409 trabajadores humanitarios, la mayoría de los cuales eran personal de UNWRA, el principal proveedor de ayuda humanitaria en Gaza, han sido asesinados desde octubre de 2023. Once colegas de MSF, algunos mientras estaban de servicio, han muerto desde el comienzo de la guerra, incluidos dos en las últimas dos semanas.

En el último caso de un despiadado ataque de las fuerzas israelíes contra trabajadores humanitarios, los cuerpos de 15 socorristas y las ambulancias en las que viajaban fueron encontrados en una fosa común el 30 de marzo en Rafah, al sur de Gaza. El grupo fue abatido por las fuerzas israelíes mientras intentaba ayudar a los civiles atrapados en los bombardeos el 23 de marzo. Pruebas recientes, compartidas públicamente, han demostrado que los trabajadores y sus vehículos estaban claramente marcados e identificables, lo que contradice las afirmaciones iniciales de las autoridades israelíes.

“Este horrible asesinato de trabajadores humanitarios es un ejemplo más de la total indiferencia de las fuerzas israelíes hacia la protección del personal humanitario y médico. El silencio y el apoyo incondicional de los aliados más cercanos de Israel refuerzan aún más estas acciones”, advirtió Claire Magone, directora general de MSF Francia. 

MSF considera que sólo las investigaciones internacionales e independientes pueden esclarecer las circunstancias y las responsabilidades de estos ataques contra el personal humanitario.

Aunque la situación ya ha sido catastrófica durante más de 18 meses, en las últimas tres semanas, MSF ha presenciado varios incidentes con la muerte de personal humanitario y médico. La coordinación de los movimientos humanitarios con las autoridades israelíes, conocida como el Sistema de Notificación Humanitaria, un mecanismo ya imperfecto, se ha vuelto cada vez más precaria y apenas ofrece garantías de protección.

Las zonas notificadas, donde el personal humanitario ha informado a Israel de su presencia, como los centros de salud donde trabajamos, los complejos de organizaciones humanitarias y las oficinas y pensiones de MSF, han sido alcanzadas por proyectiles o balas. Las zonas cercanas a los centros de salud han sido objeto de ataques, combates y órdenes de evacuación, según declaró MSF.

Los centros médicos no están exentos de ataques y órdenes de evacuación por parte de las fuerzas israelíes. Los equipos de MSF han tenido que abandonar muchas instalaciones, mientras que otras siguen operando con personal y pacientes atrapados en su interior, sin poder salir de forma segura durante horas.

Desde MSF relataron: "El 7 de abril, equipos y pacientes de MSF se encontraron atrapados en el hospital de campaña de MSF en Deir Al-Balah, en el centro de Gaza. Hamás lanzó cohetes cerca de nuestros hospitales de campaña en Deir Al-Balah, poniendo en peligro tanto a los pacientes como al personal, lo que provocó una orden de evacuación de la zona por parte de las fuerzas israelíes, que también lanzaron ataques cerca de los complejos de los hospitales Al-Aqsa y Nasser. Denunciamos enérgicamente estas acciones de las partes beligerantes y les instamos a respetar y proteger los centros de salud, a los pacientes y al personal médico.

Desde el 18 de marzo, MSF no ha podido regresar al hospital indonesio en el norte de Gaza, donde nuestros equipos debían comenzar la atención pediátrica, pero tuvieron que huir del hospital de campaña, instalado junto al complejo. Las clínicas móviles de MSF en el norte de Gaza fueron suspendidas, y en el sur, los equipos no han podido regresar a la clínica Al-Shaboura en Rafah.

El asedio total a Gaza ha agotado las reservas de alimentos, combustible y medicamentos. MSF se enfrenta especialmente a la escasez de medicamentos para el tratamiento del dolor y enfermedades crónicas, antibióticos y material quirúrgico crítico. La falta de reabastecimiento de combustible en toda la Franja provocará la inevitable suspensión de actividades, ya que los hospitales dependen de generadores eléctricos para mantener con vida a los pacientes críticos y realizar operaciones vitales.

Las autoridades israelíes han bloqueado deliberadamente la entrada de ayuda humanitaria a Gaza durante más de un mes. El personal humanitario se ha visto obligado a presenciar el sufrimiento y la muerte de la gente, soportando la carga insoportable de brindar ayuda con suministros agotados, mientras se enfrentan a las mismas condiciones de vida precarias —declara Bazerolle—. No pueden llevar a cabo su misión en estas circunstancias. Esto no es un fracaso humanitario, sino una decisión política y un ataque deliberado a la capacidad de supervivencia de un pueblo, perpetrado con impunidad".

“Las autoridades israelíes deben poner fin a su castigo colectivo contra los palestinos”, sentenció MSF, instando a los aliados de Israel a poner fin a su complicidad y dejar de permitir la destrucción de vidas palestinas.