Las fuerzas iraquíes han descubierto una fosa común cerca de la ciudad de Kirkuk, una disputada zona situada entre Bagdad y Erbil. En la fosa común hay enterrados los restos de 45 víctimas de la milicia terrorista ISIS, según un portavoz de la policía federal iraquí. La fosa común fue encontrada al borde de Riyaz, una zona residencial del distrito de Hawija. La fosa se excavó entre 2014 y 2017, cuando el ISIS tenía grandes zonas del país bajo su control. Las autoridades de seguridad sospechan que las víctimas son habitantes de la cercana aldea de Dawd al-Aluka.

Se dice que los hallazgos óseos se someterán ahora a un análisis genético en un laboratorio de Bagdad y luego se compararán con una base de datos genéticos de personas que están buscando a sus familiares desaparecidos.

A finales de 2017 Irak anunció la victoria sobre el llamado ISIS. En 2014, la milicia había tomado el control de casi un tercio de Iraq y proclamó desde la provincia norteña iraquí de Mosul un califato, que también incluía grandes partes de Siria. A finales de 2018, las Naciones Unidas habían descubierto 202 fosas comunes en el antiguo territorio de la organización terrorista en Iraq, en las que se sospecha que están enterradas hasta 12.000 personas asesinadas, entre ellas mujeres, niños, ancianos, discapacitados físicos, así como policías y soldados. Todas estas fosas no han sido excavadas todavía. En los dos últimos años se han encontrado más lugares de enterramientos masivos de este tipo.   

ISIS se reorganiza

Desde hace meses, ISIS, que se pensaba derrotada, está emergiendo con mayor intensidad, tanto en Irak como en Siria. Sin embargo, los yihadistas no sólo se están beneficiando de la pandemia del coronavirus, sino también de los conflictos de la región, de los que Turquía es directamente responsable o está involucrada. Sobre todo, ISIS se ha fortalecido masivamente por la invasión turca del norte de Siria que comenzó en octubre pasado. Los yihadistas que lograron escapar al desierto en la región fronteriza sirio-iraquí en el curso de la ofensiva de liberación "Tormenta de Cizire" de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) pudieron reorganizarse en gran medida sin obstáculos. Desde entonces, los ataques y los atentados suicidas con bombas de las células de ISIS, así como los tiroteos, se han hecho cada vez más frecuentes en la región.

En el Iraq, los lugares de Salahaddin, Diyala, Nínive y Kirkuk se ven particularmente afectados. Los ataques se dirigen principalmente contra objetivos militares como las fuerzas armadas iraquíes y la alianza de milicias chiítas Hashd al-Shaabi, también conocida como Fuerza de Movilización Popular. Sin embargo, los peshmerga del Kurdistán meridional y la población civil también son frecuentemente blanco de la IS. En Siria, las células de la milicia están principalmente activas en regiones orientales como Deir ez-Zor.