El Partido Comunista Francés (PCF) ha hecho pública una declaración en la que pide a Francia que actúe con decisión contra la barbarie en las cárceles turcas.
El comunicado dice: "Un nuevo drama humano tiene lugar en las cárceles turcas. La exdiputada de Diyarbakir, Aysel Tuğluk, se está muriendo a pesar de los alarmantes informes médicos. Detenida en diciembre de 2016, languidece en el fondo de su celda en condiciones abominables. Sus condiciones de detención le han causado secuelas irreversibles, ya que ahora padece demencia, es incapaz de mantenerse y le cuesta expresarse. A pesar de su estado, el régimen brutal de R.T. Erdogan la mantiene encerrada".
El partido señaló que "esta situación es compartida por los 1.600 presas y presos políticos kurdos que están privados de atención sanitaria, sufren torturas y aislamiento, todo ello agravado por la pandemia de Covid. Los presos mueren regularmente entre rejas, otros se suicidan y los que son liberados suelen morir a los pocos días de su puesta en libertad."
El PCF subrayó que Turquía viola todas las convenciones internacionales y pisotea los derechos humanos, y que esta ferocidad y crueldad se han prolongado durante demasiado tiempo.
El Partido Comunista Francés (PCF) expresó su plena solidaridad con el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), muy afectado por esta barbarie. El partido pidió la liberación inmediata de la diputada Aysel Tuğluk y de todos los presos políticos, y añadió: "Ya es hora de sancionar el salvajismo de los conservadores islámicos del AKP en el poder en Turquía. Francia debe actuar con determinación en este sentido".