El enviado especial de las Naciones Unidas para Siria se reunirá hoy en Ginebra con los ministros de Asuntos Exteriores de Turquía, Irán y Rusia, un día antes de que se inicien las conversaciones entre los 150 miembros del Comité Constitucional en Ginebra.
Anunciando el plan de conversaciones con el turco Mevlut Cavusoglu, el iraní Mohammad Javad Zarif y el ruso Sergey Lavrov, el enviado de la ONU Geir Pedersen dijo que los combates en el noreste de Siria y la provincia de Idlib eran "una prueba más de la importancia de iniciar un proceso político serio".
"Como saben, hemos acordado que se trata de un proceso constitucional dirigido por Siria y conducido por Siria, facilitado por las Naciones Unidas, y creo que Jenifer ya ha mencionado que se iniciará aquí el miércoles.
El acuerdo para establecer el Comité Constitucional -con un mandato y un reglamento básico- constituye el primer acuerdo político entre el Gobierno de Siria y la oposición. Ese es mi primer punto."
El segundo punto, dijo Pedersen, "es que esto marca una clara aceptación del otro como interlocutor en el proceso político esbozado en la resolución 2254 del Consejo de Seguridad".
El tercer punto es que "el comité compromete al gobierno, a la oposición y a sus candidatos a sentarse juntos cara a cara en el diálogo y las negociaciones".
El cuarto punto es que "también crea espacios para las voces de la sociedad civil y para que sean escuchadas, junto con las voces del gobierno y de la oposición".
Cuando un periodista le preguntó si los kurdos o las Fuerzas de Autodefensa formarían parte de este comité, el Representante Especial Pedersen dijo: "Hay kurdos en este comité, pero tienes razón en que no habrá ningún representante en nombre de las Fuerzas Democráticas Sirias."
Describiendo el papel del trabajo del Comité Constitucional, Pedersen dijo que éste "está enmarcado por principios clave, entre los que se incluyen el respeto de la Carta de las Naciones Unidas, las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, la soberanía, unidad, independencia e integridad territorial de Siria, y el carácter del proceso dirigido y asumido por Siria".
Los principios también incluyen el objetivo de unas elecciones supervisadas por las Naciones Unidas, tal como se prevé en la resolución 2254, basada en una nueva constitución, y la necesidad de un proceso político más amplio para aplicar la resolución 2254.
Pedersen añadió: "El Comité tiene el mandato, en el contexto de un proceso de Ginebra facilitado por las Naciones Unidas, de preparar y redactar, para su aprobación popular, una reforma constitucional como contribución al acuerdo político en Siria y a la aplicación de la resolución 2254 del Consejo de Seguridad. Esto está ahora acordado entre el gobierno y la oposición".
Las decisiones se tomarán por consenso, cuando sea posible, y por mayoría del 75 por ciento en los demás casos. "Esto por supuesto - dijo Pedersen - es para enfatizar que ningún bloque puede dictar los resultados y que creará, esperamos, incentivos para llegar al punto medio y a través de la división".