El Movimiento Europeo de Mujeres Kurdas (TJK-E) realizó una manifestación frente a la sede de la OTAN en Bruselas, Bélgica. La protesta fue apoyada por la Asociación de Trabajadores Migrantes en Europa (AGEB), Partizan y el Colectivo Rojo-Purpura.
Los activistas y las activistas corearon consignas contra Turquía y la OTAN como “Finanzas de la OTAN, bombas de Turquía”, “Turquía terrorista” y “Ayer Hitler, hoy Erdogan”, mientras instaban a la OTAN a dejar de ser cómplice de los crímenes y detener la guerra contra los kurdos.
Una declaración leída en nombre de la manifestación, titulada “Llamamiento a la OTAN”, recordó que el estado turco ha bombardeado asentamientos civiles una y otra vez, especialmente desde principios de 2021.
La declaración enfatizó que instalaciones fundamentales como almacenamiento de trigo, escuelas, hospitales, casas, redes de suministro de agua, redes eléctricas han sido atacadas durante los ataques genocidas de Turquía, especialmente en Rojava, e incluso el agua se ha utilizado como arma contra las personas.
Señalando los ataques de Turquía contra Shengal y Makhmur y los ataques químicos contra las Zonas de Defensa de Medya controladas por la guerrilla, la declaración señaló que la población local se ve obligada a abandonar su tierra mediante ataques sistemáticos que tienen como objetivo directamente asentamientos civiles: “Confiando en el apoyo de la OTAN, Turquía perpetra todas estas acciones sin obstáculos. Podemos afirmar claramente que la OTAN no detiene a Turquía. Esta guerra es la guerra de la OTAN contra los kurdos".
En nombre de las familias víctimas del estado turco, los manifestantes pidieron a la OTAN que detenga la guerra contra los kurdos: "Instamos a la OTAN a que deje de matar a nuestras hijas, hijos, hermanas, hermanos, madres y padres".
La declaración instó además a la OTAN a ceñirse a sus propios principios.