Después de las acusaciones de fraude masivo, varios partidos manifestaron sus objeciones a los resultados de las elecciones parlamentarias iraquíes celebradas el 12 de mayo.
El 6 de junio, el parlamento iraquí decidió iniciar un recuento de los votos a mano, decisión que fue luego ratificada por la Corte Federal Iraquí el 21 de junio.
El recuento manual de los votos comenzó el 4 de julio y acabó el 6 de agosto.
Tras la aprobación de los resultados electorales por la Corte Federal, el Presidente de Iraq, Fuad Masum, debería nombrar al partido ganador y encomendarle la formación de un gobierno en el plazo de 15 días.
Según la Constitución Iraquí, el nuevo gobierno debería estar formado en el plazo de 90 días tras la aprobación de los resultados electorales por parte de la Corte Federal.