Peskov habló con la prensa dos días antes de que la cumbre de Siria, Turquía, Irán y Rusia se celebrara y dijo: "La situación en Idlib sigue siendo una preocupación especial para Moscú, Damasco, Ankara y Teherán".

Peskov agregó: "Sabemos que las Fuerzas Armadas sirias se están preparando para resolver este problema" y detalló que: "Se formó un nuevo nudo de terrorismo, y eso está empujando la situación general hacia la inestabilidad". También dijo que los "esfuerzos dirigidos a una solución político-diplomática" son saboteados por este "nudo".

El vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia dijo que "El problema fundamental aquí es que esto representa una amenaza significativa para nuestras bases militares".

Según Moscú, se han producido decenas de ataques contra la base aérea rusa de Hmeimim en la provincia de Latakia, vecina de Idlib: "No hay duda de que este problema debe resolverse".

Las declaraciones de Peskov se produjeron después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió el lunes a Siria, Irán y Rusia sobre Idlib.

Trump había dicho que tal operación podría "causar una tragedia humanitaria".

El portavoz Peskov dijo: "Las advertencias ignorando el potencial negativo y peligroso para la situación en todo Siria demuestran que no hay un enfoque amplio".

Antes de las declaraciones de Peskov, había noticias de que los aviones rusos bombardearon Idlib.

Cuando se le preguntó sobre el asunto, Peskov dijo: "No tengo información operativa sobre lo que nuestros soldados estaban haciendo allí. Te aconsejo que hagas un llamamiento al Ministerio de Defensa (ruso) sobre estos asuntos".

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, había anunciado que los aviones rusos habían bombardeado Idlib después de 22 días de inactividad.

Peskov también dijo que el asunto de Idlib es uno de los puntos principales en la cumbre triple que se celebrará el 7 de septiembre en Irán.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, se reunirá nuevamente con el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente iraní, Hassan Rouhani, como parte del proceso de Astana. El momento de la reunión coincide con los preparativos para la operación contra Idlib.