Si no hay justicia para Roboski, no habrá justicia para Turquía

Ya han pasado 3.258 días desde la masacre de Roboski. Los responsables de esa masacre permanecieron impunes. Pero si no hay justicia para Roboski, tampoco la habrá para Turquía.

Han transcurrido casi nueve años desde que un avión de combate turco bombardeó una zona cercana al pueblo de Roboski, cerca de Şırnak, el 28 de diciembre de 2011, matando a 34 civiles, entre ellos 18 menores.

Los jóvenes, cuyas familias vivían gracias al comercio fronterizo, regresaban del sur del Kurdistán la noche en que fueron asesinados. Las primeras declaraciones del Gobierno alegaban que el grupo era miembro del PKK, pero rápidamente se demostró que esto era mentira, ya que los soldados conocían muy bien las actividades transfronterizas de los pobladores. No obstante, el Presidente Recep Tayyip Erdogan siguió dando las gracias al ejército y nunca se llevó a nadie ante la justicia.

"En Turquía existe la tradición de conceder al Estado la libertad de matar sin castigo", dice Tanju Gündüzalp, portavoz de la iniciativa 'Justicia para Roboski', añadiendo: "Pero la verdad tiene la virtud de salir a la luz tarde o temprano. Sin justicia para Roboski no hay justicia para Turquía".

Cada 28 de cada mes la iniciativa "Justicia para Roboski" se reúne en Ankara para exigir que los responsables de la masacre sean castigados. Normalmente las vigilias tienen lugar en Yüksel Caddesi, en Ankara. Desde el estallido de la pandemia del coronavirus, la iniciativa se ha reunido en los locales de la asociación de derechos humanos IHD.

Gündüzalp reafirmó que la lucha por la justicia para Roboski continuará y que seguirán exigiendo el fin de la impunidad de los responsables de la masacre.