Servet Bacanak, superviviente del terremoto, reside actualmente en una tienda de campaña que él mismo instaló en el barrio de Elektrik, en la provincia de Hatay, devastado por la reciente serie de seísmos de febrero.
En una entrevista con ANF, Bacanak contó que, tras rescatar a los miembros de su familia de entre los escombros del terremoto, fue a casa de sus padres en busca de ayuda, pero ambos estaban atrapados bajo los escombros. Bacanak comentó que ningún equipo de rescate acudió a la calle durante los primeros cuatro días.
"Hice ruido para encontrar a los que estaban bajo los escombros, pero nadie respondió. Mamá y papá habían muerto. Los sacamos 8 días después del terremoto. Entonces decidí quedarme aquí. Los vecinos vienen a veces. No quiero irme de aquí porque no tengo adónde ir", relató a ANF.
Bacanak señaló que su mujer y sus hijos abandonaron la ciudad al tercer día para instalarse en una residencia, pero él se quedó. "Aquí no queda ni una sola persona, soy como un guardia del barrio, doy de comer a los animales. Estoy esperando encontrar fotos de mis padres bajo los escombros cuando vengan a demoler las casas dañadas", afirmó Bacanak.
El hombre dijo que utilizaba un aparato para sus problemas de salud y pidió ayuda a los policías para que le proporcionaran electricidad. "Ya no puedo dormir bien. Llevo un mes sin poder usar el aparato. Les pedí a los policías que me proporcionaran electricidad para el aparato. Si no lo uso, moriré, pero me contestaron: 'vete a hablar con el jefe de policía'. ¿Cómo voy a ver a su superior, que está en Ankara?", se preguntó.
Bacanak declaró que sólo acudieron voluntarios a ayudar a los supervivientes del terremoto: "Es muy difícil estar solo, pero no puedo salir del barrio. Mis vecinos han muerto. Algunos supervivientes se fueron y los que quedan están enterrados en alguna parte. Es una situación muy difícil, pero aunque muera, no puedo irme de aquí".