El martes, Taha A.-J. miembro del grupo yihadista ISIS, fue condenado a cadena perpetua por genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra contra personas, trata de personas con fines de explotación laboral, el asesinato de una niña yazidi de cinco años y membresía en una organización terrorista extranjera en virtud del artículo 129b en Frankfurt. El miembro del ISIS compró  una niña de cinco años y a su madre como esclavas y abusó de ellas tan severamente que la niña murió de sed mientras estaba encadenada al sol durante una acción de castigo.

El miembro iraquí del ISIS estaba siendo juzgado ante el Senado de Protección del Estado de Frankfurt desde abril. La fiscalía federal pidió cadena perpetua y una sentencia de especial gravedad de culpabilidad. Taha AJ hizo que sus abogados defensores rechazaran las acusaciones.

La madre de la niña sobrevivió y participó en el proceso como demandante conjunta. Se le concedió 50.000 euros en concepto de daños y perjuicios por dolor y sufrimiento.

La esposa de Taha AJ, Jennifer W., había sido condenada previamente a diez años de prisión ante el Tribunal Regional Superior de Munich por pertenecer a una organización terrorista en el extranjero, ayudar e incitar a tentativa de asesinato, tentativa de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Jennifer W. estuvo involucrada en la esclavitud por parte del ISIS y, al menos, se quedó de brazos cruzados mientras la niña yazidi era encadenada al sol abrasador por su esposo, y murió de sed. Además, fue acusada de patrullar como oficial de policía de moralidad del ISIS.