El Partido de la Izquierda Verde (YSP) celebró su primera reunión de grupo parlamentario en Ankara. La co-portavoz del partido, Çiğdem Kılıçgün Uçar, pronunció un discurso en el que evaluó los problemas actuales y comentó las elecciones presidenciales y parlamentarias de mayo. Dijo: "Uno de los indicadores más importantes de los resultados electorales es que las crisis y los problemas que vivimos no han terminado, sino que, por el contrario, siguen aumentando. Hay una crisis política compleja. Más de la mitad de los ciudadanos y ciudadanas que viven en este país no están de acuerdo con el sistema despótico que nos ha impuesto el 'sistema presidencial de Gobierno'. Los debates electorales aún no han terminado. Que nadie piense que hemos abandonado la lucha por la paz, el empleo, el ecologismo y a las mujeres. Los resultados electorales nos han dejado claro que nuestra lucha está justificada y debe seguir creciendo. Independientemente de los resultados electorales, ningún gobierno puede sobrevivir sin establecer la conexión entre la cuestión kurda no resuelta y todos los problemas sociales y estructurales que padecemos. Así que apelamos al sentido común: hay que ver este futuro y posicionarse en consecuencia".
No obstante, los resultados electorales son "un serio motivo de crítica y autocrítica", afirmó Uçar, y añadió: "Está claro que necesitamos una nueva estructura política y un nuevo lenguaje organizativo. En este sentido, la crítica es nuestra mayor fuerza y la autocrítica es el mecanismo que nos reconstruirá y nos ayudará a avanzar. Somos conscientes de esta responsabilidad".
Continuaremos nuestro trabajo sin estancarnos en la política representativa y burguesa, sin caer en un populismo que despolitiza la política.
Uçar dijo que, tras los debates en los comités del partido y con las fuerzas amigas, ahora se va a celebrar un debate con la base local, cuyos resultados se incorporarán al próximo congreso del partido. "El problema principal es el fascismo en sí. Para nosotros y nosotras, la cuestión principal son los medios y métodos con los que combatiremos este fascismo. Nuestro patrimonio ocupa un lugar muy valioso en esta lucha. Continuaremos nuestro trabajo sin estancarnos en la política representativa y burguesa, sin caer en un populismo que despolitiza la política, y sobre todo con una comprensión y una línea que ampliará nuestras alianzas sociales. Mostraremos a todos cómo se hace política democrática en Turquía. Nos comprometemos a crear conexiones más fuertes y auténticas con todas las luchas y dinámicas de esta sociedad, desde las mujeres a los jóvenes, desde los trabajadores a los oprimidos, desde los discapacitados a los pobres y al movimiento ecologista. La lucha no es sólo en el Parlamento, sino también en las calles. El tiempo que viene será duro para todos nosotros y nosotras. Hemos prometido reunir a la oposición social, reconstruirla y asumir como propias todas las objeciones en los rincones más alejados del país. De acuerdo con estas promesas, juntos libraremos la lucha democrática más fuerte de Turquía. Porque somos la dirección más fuerte y única contra el fascismo. Porque somos el único partido que defiende la convivencia contra el racismo y el odio. Esa es nuestra seña de identidad y, por supuesto, la razón principal de los ataques que estamos presenciando hoy."
Somos el antídoto contra la dominación machista.
El factor decisivo en este contexto es la lucha de las mujeres, dijo Uçar, y añadió: "Para nosotros y nosotras, la lucha de las mujeres no sólo se lleva a cabo en el Parlamento. La lucha de las mujeres también está en la calle. Cuanto más se refleje aquí la lucha de la calle, más real será el Parlamento. Existe un antídoto contra la dominación machista en la política turca: el sistema de representación paritaria y de co-presidencia. Muchos de nuestros amigos y amigas que defendieron e insuflaron vida a este sistema están hoy en prisión. A pesar de estar en prisión, continúan y desarrollan su lucha desde allí".
Uçar señaló que el centro de la campaña electoral del AKP fue el discurso antikurdo y misógino, y agregó: "La lucha de las mujeres fue uno de los ámbitos en los que más intervino el gobierno durante la campaña electoral. Tanto la alianza antikurda como la alianza con los enemigos de las mujeres fueron los temas principales de la campaña electoral. Hemos afirmado que la lucha de las mujeres no puede medirse por los resultados electorales. La lucha de las mujeres muestra datos y dinámicas muy serias sobre cómo construir la igualdad y la libertad de las mujeres, así como la política democrática y la unidad de la sociedad. Somos conscientes de que el gobierno intenta usurpar todos nuestros logros. Sabemos que este gobierno ve la lucha de las mujeres como la mayor amenaza para sí mismo. Seguirá haciéndolo, porque la lucha de las mujeres minimizará aún más su existencia y llevará los valores de la sociedad al más alto nivel".