Decenas de miles de personas perdieron la vida en Adiyaman (Semsûr), cuyo 80% quedó inhabitable tras los dos seísmos del 6 de febrero. Algunas familias perdieron a decenas de parientes. La familia Filikî perdió a 35.
Şeyhmus Filikî y su pariente cercano, Ali Dere, hablaron con ANF sobre el desastre que vivieron.
Şeyhmus Filikî dijo que estaba en Amed en el momento del terremoto, pero recibió información de que los esfuerzos de búsqueda y rescate y la ayuda llegaron tarde. Filikî declaró que miles de edificios quedaron destruidos en Adiyaman (Semsûr).
Según lo que le contaron sus familiares, la gente actuó con sus propios medios durante 3 o 4 días, dijo Filikî, y añadió: "Actualmente, no podemos pensar en nada y no tenemos un plan sobre qué hacer a continuación. Nuestra tristeza, dolor e incertidumbre se mezclan entre sí. Ni siquiera podemos llorar en nuestros corazones debido al proceso actual. 35 personas de nuestra familia murieron. Poco a poco, desenterramos nuestros cuerpos de entre los escombros y los enterramos. Por supuesto, sabemos que aún hay gente bajo los escombros".
Afirmando que estaban durmiendo en el momento del terremoto y que las paredes se desplomaron sobre ellos, Ali Dere dijo: "Nos abrazábamos y no podíamos salir. No había electricidad y llovía. Sacamos a la gente de entre los escombros con nuestros propios medios. No vimos ninguna labor de búsqueda y rescate. Durante dos días, la gente trabajó en los escombros con lo que tenía. Sacamos dos cuerpos de entre los escombros. Salvamos a 6 o 7 personas. En total murieron entre 30 y 40 personas en ese edificio. Sacaron la mitad de los cuerpos, pero la otra mitad sigue bajo los escombros".
