La presa de Tishrin lleva más de un mes sufriendo fuertes ataques por parte del Estado turco y sus fuerzas mercenarias, el autodenominado Ejército Nacional Sirio (SNA), formado en su mayoría por extranjeros a sueldo de Turquía, y se encuentra en grave peligro.

La Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria (AADNES) advirtió de que la presa, vital para la electricidad de la región, está a punto de estallar. Si la presa estalla, podrían inundarse muchas tierras agrícolas desde Raqqa y Tabqa hasta Irak.

Por este motivo, la AADNES hizo un llamamiento a las fuerzas e instituciones internacionales para que pongan fin a los ataques del Estado turco, y pidió a la población que actúe para proteger la presa y apoyar a los combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) que resisten.

Tras el llamamiento, cientos de personas de Heseke se pusieron en marcha a primera hora de la mañana y comenzaron a dirigirse hacia la presa.

Se espera que los habitantes de Raqqa y Tabqa también se dirijan a la presa.

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