Suzan Akipa, una de las abogadas de la Oficina de Derecho Asrin, leyó el mensaje de Abdullah Öcalan en el mitin celebrado en Amed (Diyarbakır) con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

El mensaje de Abdullah Öcalan dice lo siguiente:

"¡Mi principio fundamental es una vida plena con vosotras!"

Soy consciente de que vivís la realidad humana en toda su crudeza en la tierra que hace a las mujeres ser lo que son. Este estado de vida con vosotras, cuyo valor fascinante nunca he abandonado, probablemente haya sido mi principio de vida más esencial, el que me mantiene con vida. Pero, por primera vez, la gloriosa y libre realidad será, y de hecho ya ha sido, al menos otro primer acontecimiento mesopotámico.

La cuestión de la libertad de la mujer sigue teniendo toda su importancia. El proceso comunalista democrático es una versión actualizada de la socialidad primigenia de las mujeres. Solo a través de este método se puede alcanzar la realidad social. Mientras no se supere la cultura de la violación, la realidad social no podrá manifestarse en los ámbitos de la filosofía, la ciencia, la estética, la ética y la religión. Como demuestra el marxismo, la consecución del socialismo no será posible a menos que la nueva era destruya la cultura dominada por los hombres que está profundamente arraigada en la sociedad. El socialismo solo puede lograrse a través de la liberación de la mujer. No se puede ser socialista sin la libertad de la mujer. No puede haber socialismo. No se puede aspirar al socialismo sin democracia. Mi primera prueba del socialismo es saber cómo hablar con una mujer. Quien no sabe hablar con una mujer no puede ser socialista. El socialismo de un hombre está relacionado con la manera en que se relaciona con una mujer.

La sacralidad pertenece a la mujer. La mujer es el universo mismo, mientras que el hombre es una desviación de este, un planeta desviado. Es la mujer quien primero produce el lenguaje para dirigirse al niño. También es la mujer quien produce la cultura. Es la mujer quien da a luz a la sociedad. La santidad y la divinidad le pertenecen a ella. He desarrollado una ideología de cuatro capas para la liberación de la mujer. Es una teoría. La cultura de la mujer primigenia, la era de la diosa, se sitúa entre el 10.000 y el 4.000 a. C. Las religiones monoteístas comienzan con Babilonia. La epopeya babilónica es la epopeya de la esclavización de la mujer. El mito de la creación babilónica es una de las piedras angulares de la mitología mesopotámica. Entre el 4.000 y el 2.000 a. C., la mujer empezó a perder su cultura. Tras la destrucción de la cultura primigenia de la mujer, con los mitanios nació la mujer de palacio. Nefertiti también fue una mujer de palacio. La mujer de palacio de aquella época se ha convertido en la mujer del hogar de hoy. Como es sabido, existe la cultura y tradición del Sati. En la cultura del Sati, las mujeres son arrojadas al fuego y quemadas. Su aplicación más extendida tuvo lugar en 1832. Fueron los británicos quienes pusieron fin a esta práctica.

El renacimiento es importante. No se debe considerar a la mujer desde un punto de vista biológico, sino social, cultural e históricamente. Como dijo Simone de Beauvoir, "no se nace mujer, se llega a serlo". No estoy en contra del matrimonio ni del amor, pero cada día se cometen horribles asesinatos en nombre del amor. ¿Alguien mataría a la persona de la que está enamorado? Eso no es amor. Se sabe que muchas mujeres se han suicidado a causa de este tipo de relación.

Existe también la cultura de la mujer libre. Ahora estáis cerca de esta cultura. Las mujeres están intentando superar el hecho de ser madres y esposas. Pero aún estáis gestionando solo un 10% de la cultura de la libertad. Lo fundamental es luchar contra la mentalidad dominante. La estructura social patriarcal genera muchos problemas para las mujeres. Existen la violencia, la explotación, el incesto, la violación, y las niñas corren el riesgo de ser asesinadas. ¿Qué vais a hacer mañana cuando maten a los niños? Esto es lo que quiero decir con la cultura del Sati. Debéis luchar contra esta cultura, contra esta mentalidad. Lleváis estos sedimentos dentro. Debéis liberaros de ellos.

La cuestión de la mujer es un problema aún más profundo que la cuestión kurda. Hay más problema de mujer que problema kurdo. Solo hemos hecho un pequeño comienzo en este sentido. La cultura de la guerra y del conflicto está dirigida en primer lugar contra las mujeres. Lograr frenar esta cultura, al menos en cierta medida, es el motor de la lucha.

El espíritu de la era es la política democrática, y su lenguaje es el lenguaje de la paz. El 'Llamado por la Paz y la Sociedad Democrática' es también un renacimiento para la mujer. Con el amor actualizado y exitoso de Mem û Zîn y Derweşê Evdî, saludo a las mujeres que creen en la vida en común y atienden mi llamado, y celebro el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Con saludos y amor continuos,

Abdullah Öcalan