Fawza al Yusuf: “El Estado turco está impulsado por su ideología fascista”

Nueva Revolución habló con una representante del Partido de la Unión Democrática (PYD), la principal organización política kurda del norte y el este de Siria.

“Las acciones del Estado turco están impulsadas por su ideología fascista, que es incompatible con los principios de un sistema democrático. En consecuencia, busca desmantelar la administración autónoma en el norte y el este de Siria”. Quien pronuncia sin vacilar estas palabras es Fawza al Yusuf, integrante de la Junta Presidencial del Partido de la Unión Democrática (PYD), la principal organización política kurda del noreste sirio.

De esta manera, Yusuf resumió la historia y la actualidad del autogobierno nacido al calor de la Primavera Árabe en 2012. El pueblo kurdo de Siria -negado y perseguido durante el régimen del Partido Baath- se levantó en armas, propuso un modelo de administración pocas veces vista en Medio Oriente, sumó a otras naciones de la región y enarboló la liberación de las mujeres como principal premisa. Frente a esto, el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan afiló sus garras e inició un plan para que la actual Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria (AADNES) sea aniquilada, algo que el mandatario turco está lejos de lograr.

“Cabe destacar que la Administración Autónoma no ha participado en ninguna actividad que pueda considerarse hostil hacia Turquía -aseguró Yusuf en declaraciones exclusivas a Nueva Revolución-. Sin embargo, la postura de Turquía hacia este modelo democrático es antagónica”.

Historia de una lucha

Yusuf ubicó el 2011 como el año en que los pueblos que componen Siria expresaron “su deseo de un cambio de gobierno”. “El régimen sirio respondió a estas demandas reprimiendo a los manifestantes, lo que llevó al uso de armas por parte de su ejército -recordó-. Dado el peligro que corría la capital, Damasco, el régimen sirio retiró sus fuerzas de las zonas fronterizas, lo que llevó al debilitamiento del régimen. El debilitamiento del régimen llevó a las fuerzas populares en las zonas predominantemente kurdas a tomar el control de las instituciones del régimen”.

A partir de ese momento, explicó la representante del PYD, “se organizaron consejos populares para gestionar los servicios y estabilizar la seguridad en esas zonas. El deterioro de la situación de seguridad en Siria, junto con los ataques de las facciones militares salafistas en las zonas kurdas, llevó a la formación de las Unidades de Protección Popular (YPG) y las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ). Estas fuerzas protegieron al pueblo kurdo”.

Al mismo tiempo, “las regiones kurdas establecieron una administración autónoma debido a la prolongada duración de la crisis siria y la ausencia de una solución política. Esta administración está compuesta por representantes de todos los elementos étnicos e ideológicos de la región, y las mujeres representan el 40% de los representantes”, apuntó.

En un principio, la región liberada por las fuerzas encabezadas por los kurdos crearon tres cantones -Jazeera, Kobane y Afrin- y se redactó un Contrato Social “que protegía los derechos de todos los elementos de la sociedad, incluidas las mujeres”, señaló Yusuf. Mientras en el norte de Siria se creaban nuevas instituciones, ya sean administrativas como educativas, de salud y culturales, Kobane fue atacada por ISIS. La ciudad, que ahora es un emblema de la resistencia, “fue liberada con la fuerza de los combatientes kurdos y en cooperación con la Coalición Internacional contra el ISIS. Otras áreas bajo control de ISIS, como Raqqa, Manbij, Deir ez-Zor y Tabqa, también fueron liberadas -rememoró la integrante del PYD-. Debido a que los jóvenes árabes y sirios también participaron en la lucha contra ISIS, se formaron las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS). Las FDS incluían varias fuerzas árabes, sirias, armenias, de las YPG y de las YPJ. Estas fuerzas lucharon contra ISIS y lo derrotaron en su último bastión en Deir ez-Zor. Después de que estas áreas fueron liberadas, se establecieron las administraciones autónomas de Jazira, Afrín, Kobane, Deir ez-Zor, Manbij, Tabqa y Raqqa, y se redactó otro Contrato Social con representación de todos estos componentes. Este Contrato Social enfatiza que la Administración Autónoma es parte de Siria”.

Peligros latentes

La representante del PYD afirmó que en la actualidad, Turquía, a través de Hay’at Tahrir al-Sham -grupo yihadista que tomó el poder en Damasco-, “pretende excluir a los kurdos y los grupos minoritarios en Siria, negar a las mujeres sus derechos e imponer el gobierno salafista a toda la población siria”. Para Yusuf, “es fundamental reconocer el papel de Turquía como patrocinador de varios movimientos extremistas salafistas, lo que supone una amenaza importante no solo para Siria sino también para la comunidad mundial”. Ante el avance de Ankara sobre territorio sirio, ya sea a nivel militar, político y diplomático, “es imperativo demostrar solidaridad y adoptar una postura contra las políticas genocidas de Turquía dirigidas a la población kurda, que ha desempeñado un papel crucial en la protección del mundo frente a la amenaza del ISIS haciendo sacrificios significativos”, destacó la dirigenta.

Yusuf puntualizó que desde el comienzo de la administración autónoma, esa entidad que reúne a kurdos, asirios, árabes, armenios, musulmanes, cristianos y yazidíes siempre tuvo el compromiso de “respetar los derechos de todos los grupos étnicos y religiosos, garantizar la igualdad lingüística y facilitar la participación de las mujeres, con una cuota del 50%” en todos los niveles de dirección y administración. La integrante del PYD también dijo que la AADNES adoptó “un sistema de copresidencias en todas las instituciones y está dedicada a los principios democráticos”.

“El Estado turco, sin embargo, ha demostrado un patrón de comportamiento que está en desacuerdo con estos principios -denunció-. Debido a su animosidad histórica hacia el pueblo kurdo, su asociación con ISIS y las fuerzas salafistas, y su falta de valores democráticos, ha participado en la ocupación de la ciudad de Afrin, Serekaniye y Tal Abyad, que estaban bajo la jurisdicción de la Administración Autónoma”.

Yusuf además expresó que “el Estado turco ha implementado una política de violencia genocida contra la población kurda, que incluye cambios demográficos, violencia sexual y destrucción del medio ambiente. Esto ha llevado al desplazamiento de más de un millón de personas de sus hogares”.

En las semanas que se sucedieron desde la caída del régimen de Bashar al Asad, Turquía ocupó la ciudad de Manbij y ahora busca apoderarse de Kobane.

“La ciudad de Manbij fue ocupada recientemente por el Estado turco, que se basó en fuerzas mercenarias salafistas para lograr este objetivo. Las aspiraciones actuales del Estado turco incluyen la ocupación de Kobane, una ciudad que se ha convertido en un símbolo de resistencia contra ISIS”, finalizó Yusuf.

Fuente: Nueva Revolución