Cuando tenía diez años, Ronya F. experimentó el genocidio al pueblo yazidi en Shengal. Ella, su madre y sus hermanos estaban sentados en casa cuando la milicia terrorista del ISIS invadió la región el 3 de agosto de 2014 y cometió genocidio. Aquellos que pudieron salvarse en ese caluroso día de verano huyeron a las montañas. En el camino, innumerables niños, niñas y ancianos murieron de sed. Los hombres que ya no pudieron escapar fueron brutalmente asesinados por el ISIS. Miles de mujeres yazidíes fueron secuestradas y vendidas, maltratadas y violadas en los mercados de esclavos del ISIS. Según la ONU, más de 12,000 personas fueron asesinadas y más de 400,000 fueron expulsadas de sus hogares. Casi 2.900 mujeres, hombres y niños yazidíes siguen desaparecidos.   

Ronya, su madre y sus hermanos también fueron secuestrados por el ISIS. Primero fueron llevados a Mosul, luego a un mercado de esclavos en Tal Afar, de donde provenían la mayoría de los cuadros medios del ISIS. En Tal Afar, la niña fue separada de su madre y sus hermanos. Una familia del ISIS compró Ronya y la llevó a Raqqa en el norte de Siria. Allí vivía en la casa de una mujer rusa llamada Umm Taleb. Tuvo que aprender ruso y árabe con fluidez, y casi perdió su lengua materna. Sólo pudo quedarse con unas pocas palabras kurdas.   

"Casada" con un yihadista a los 14 años

A los 14 años, Ronya se casó con un yihadista 18 años mayor. Después de una estancia en la ciudad siria oriental de al-Mayadeen, el viaje continuó cerca de Abu Kamal, a Baghoz. La aldea había sido el último enclave del ISIS antes de que las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) terminaran con el dominio territorial de la milicia y derrotaran militarmente a la organización en marzo de 2019. Desde entonces, Ronya vivió en el Campamento Hol cerca de Hesekê, en el noreste de Siria, donde están asentadas familias del ISIS.

Hace unos días, Ronya fue rescatada de la esclavitud del ISIS. Había podido contactar a un tío materno a través de Facebook, quien le dio el número de teléfono de la Casa Yazidi (Mala Êzidîyan) de la región de Cizîrê. La Casa Yazidi es una institución en Hesekê, que se ha dedicado a la búsqueda de Yazidis secuestrados de Shengal. Después de una llamada a la organización, solo tomó unas horas liberar a Ronya, que ahora tiene 16 años. Ella habló con la agencia de noticias ANHA por lo que ha pasado.

Una vida normal, sin miedo y sin bombas.

Ronya cuenta que conoció a muchas mujeres y niñas yazidíes después de que fue secuestrada de Shengal. Sin embargo, escapar del ISIS nunca fue un opción para ella, ya que otros lo intentaron y fueron severamente torturados.

“Tampoco nos permitían hablar kurdo, de lo contrario nos habrían matado. Fuimos considerados infieles de todos modos. Siempre dijeron que el Islam es la única religión verdadera".

Lo más difícil para Ronya fue la separación de su madre: "Espero volver pronto con mi familia en Shengal y llevar una vida normal sin miedo, lejos de las bombas".

La Casa Yazidi ha podido rescatar a 236 mujeres y niños y niñas yazidi del campamento Hol, desde la victoria militar sobre el ISIS. Sin embargo, la organización sospecha que todavía hay cientos, si no miles, de yazidíes allí. "Muchos yazidíes no se atreven a señalar su verdadera identidad y en su lugar afirman ser musulmanes. Durante años han sido inculcados con la idea de que sus familias los rechazarán o los matarán porque se han convertido al Islam. O están directamente amenazados de muerte si les cuentan a los líderes del campamento sobre su identidad yazidi", explica Mehmûd Memî uno de los administradores de la Casa Yazidi. Ronya actualmente recibe atención médica y psicológica en la institución antes de que la lleven de vuelta a Shengal.

Una periodista indicó que la madre y los hermanos de Ronya están en Canadá

La madre de Ronya y sus hermanos parecen vivir en Canadá por ahora. La periodista holandesa Brenda Stoter escribió en Twitter que la madre de Ronya ahora vive en Canadá con sus otros hijos. Este podría ser el caso, ya que Canadá acogió a unas 1.200 familias yazidíes que fueron perseguidas en Irak por la milicia yihadista en 2017.

KCK: el 3 de agosto debe ser reconocido como Día contra el femicidio

El genocidio del ISIS al pueblo yazidí en Shengal fue sistemáticamente dirigido contra las mujeres. Por lo tanto, en su forma también es un femicidio. La Unión de Comunidades de Kurdistán (KCK) exige que el 3 de agosto sea reconocido como un día internacional contra el femicidio y que se castiguen los crímenes contra las mujeres yazidíes: "El espíritu patriarcal debe ser enterrado donde nació en la historia. Los pueblos de Oriente Medio deberían adoptar un enfoque de emancipación de la mujer contra la mentalidad oscura del ISIS y transformar la región nuevamente en un lugar donde el espíritu libre de las mujeres domine los territorios".

3,451 yazidíes liberados por las SDF

Durante las operaciones de SDF contra el ISIS, un total de 3.451 yazidíes fueron liberados del cautiverio de ISIS: 1.178 mujeres, 337 hombres, 1.010 niñas y 926 niños. El destino de unas 2.900 personas no ha sido aclarado aún.

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