En Amed (tr: Diyarbakır), el Movimiento de Mujeres Libres (TJA) y la Iniciativa Madres por la Paz se reunieron en la oficina del distrito de Bağcılar del Partido para la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (DEM) con motivo del Día de la Madre. Al evento, donde se exhibió una pancarta con la leyenda "El mejor regalo para las madres es la paz", asistieron mujeres del TJA, Madres por la Paz, miembros de la Asociación de Personas que Perdieron a sus Seres Queridos en Anatolia (ANYAKAY-DER) y muchas otras mujeres.
En el evento se compartió con el público por primera vez el poema de Abdullah Öcalan, inspirado en cartas que le enviaron niños.
El poema dedicado a los niños dice lo siguiente:
“A todos los niños,
Una mañana nos conocimos
Cuando la puerta fría con cerrojo metálico se abrió
El guardia que estaba allí como siempre
Con una pila de periódicos en la mano
Le pregunté: “¿Han llegado cartas hoy?”
“Hay 195 letras”, dijo en voz baja.
195 letras. Dentro de cada letra, había 195 niños.
Todos ellos son mis visitantes hoy.
En este pequeño espacio de cuatro metros cuadrados
Bienvenidos, niños
Me trajiste flores a mi celda.
Mis amigos de gran corazón
Trajiste al mundo entero a mi celda sin aire.
Viniste con el aliento de la primavera.
Liberaste todos los colores al mar.
Respirando a los niños
Los abrazo uno por uno
Luego, mientras hojeaba los periódicos
Alcancé a ver una esquina
Fotografías de niños de Urfa
Alineados en filas
Sobre un fondo blanco y negro
Niños, todos vestidos de blanco
De pie en filas frente a la cámara
Cada mirada como una palabra, una acción.
En los más pequeños, todo un mundo
Mi mirada está fija
Durante media hora sin interrupción
Fui a los niños, al lugar donde se habían reunido 195 niños.
Fui con esos niños
A todos los niños del mundo
Esas miradas, novelas sin nombre
Hoy caminé con pequeñas manos.
Le di mi mano a los niños.
Me llevaron lejos, a la libertad, al cielo.
La libertad empieza con ellos, termina con ellos.
Hoy abracé el olor del mar, de la tierra.
Siempre fui un niño
Oculto en el mundo de los niños
Perdido en una conversación con mis pequeños amigos.
Sobresaltado por el sonido del perno de hierro
Una hora al aire libre
Caminando paso a paso
A los cisnes que se deslizan por el cielo
Levanté mi mano
Y dije “hola” con una voz desde el corazón.
Saludad, cisnes, saludad a 195 niños...
Diles,
Para aprender belleza, para aprender ciencia.
Decidle a las madres y a los padres,
Para no dejarlos pasar hambre
Dile a las grullas; diles
Decid a los niños de Urfa que les beso.
Saluda a todos los niños.
Diles que Rêber vivirá por ellos.
Dile que los amo mucho
Diles que les beso todos los ojos
Rêberti.”