Debido a la extrema emergencia humanitaria en el campamento y las correspondientes demandas de las tribus locales, la Administración Autónoma decidió en octubre liberar a todos los ciudadanos sirios del campamento bajo una amnistía general. La salida del campamento es voluntaria, porque muchos habitantes no saben adónde ir. Desde entonces, cinco grupos han abandonado el campamento, además de un grupo de 354 personas, formado por 90 familias de Deir ez-Zor que se ha ido hoy.
La dirección del campamento declaró que más familias están solicitando abandonar el campamento, incluidas las de Raqqa.
Las familias que abandonan el campamento están aseguradas por las Fuerzas de Seguridad Interna de camino a sus destinos.