Cómo los medios occidentales moldean la narrativa sobre Siria

La reciente ofensiva de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y facciones aliadas en Alepo ha reavivado los debates sobre cómo los medios occidentales presentan a los grupos armados en Siria.

ANÁLISIS

La reciente ofensiva de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y facciones aliadas en Alepo ha reavivado los debates sobre cómo los medios occidentales presentan a los grupos armados en Siria. Medios como la BBCCNN y The New York Times calificaron a HTS de “rebeldes” o “facciones islamistas”, mientras que otros como The Guardian y Le Monde los describieron como “yihadistas”. Estas diferencias reflejan un desafío mayor: equilibrar el análisis geopolítico con las complejidades del conflicto sirio.

HTS, una rama de Al Qaeda, ha intentado distanciarse de sus orígenes extremistas, haciendo hincapié en la gobernanza en Idlib, donde mantiene el control de facto. Mientras que la BBC destacó los recientes esfuerzos de HTS por reposicionarse, The Guardian señaló las constantes acusaciones de violaciones de los derechos humanos bajo su gobierno, incluidas detenciones arbitrarias y represión de la disidencia. Mientras tanto, la CNN subrayó la sofisticación táctica de HTS, que ha sacado provecho del debilitamiento de las fuerzas alineadas con Bashar al Asad.

Los medios occidentales han retratado de forma variada al Ejército Nacional Sirio (ENS), una coalición rebelde islamista respaldada por Turquía. Los principales medios, incluido The New York Times, suelen referirse a él como una “oposición moderada”, mientras que plataformas independientes como Democracy Now y Ronahî subrayan su papel como representante de Turquía, acusado de crímenes de guerra, incluido el desplazamiento de poblaciones kurdas. Esta divergencia en el encuadre oscurece la dinámica subyacente, en la que Turquía utiliza al ENS para obtener ganancias geopolíticas, en particular para contrarrestar la autonomía kurda.

El papel de Turquía en la determinación de las acciones de estos grupos sigue siendo una dimensión crítica aunque poco explorada en gran parte de la información general. Mientras que Le Monde destacó el apoyo logístico y militar de Turquía tanto al HTS como al ENS, la BBC no llegó a criticar explícitamente los objetivos más amplios de Ankara. Los analistas sugieren que las alianzas de Turquía con estos grupos sirven tanto para expandir su influencia en el norte de Siria como para mantener la presión sobre la autoadministración kurda.

La renuencia de medios como la CNN y la BBC a etiquetar al ENS como algo más que una coalición rebelde contrasta marcadamente con los relatos de organizaciones de derechos humanos, que documentan abusos como desplazamientos forzados, saqueos y violencia contra grupos minoritarios. The Guardian informó recientemente sobre estas acusaciones, pero las enmarcó como algo secundario en relación con maniobras geopolíticas más amplias. Esta vacilación plantea inquietudes sobre cómo las narrativas están condicionadas por la posición de Turquía dentro de la OTAN y su importancia estratégica para Occidente.

La caracterización errónea de los grupos armados corre el riesgo de restar importancia al costo humano del conflicto sirio, en particular para las comunidades marginadas como los kurdos. Como ha informado Ronahî, la población kurda de Afrin se ha visto gravemente afectada por las operaciones dirigidas por el ENS, con denuncias de desplazamiento sistemático y explotación. Esas realidades suelen quedar relegadas en los relatos convencionales, lo que deja sin respuesta cuestiones fundamentales sobre la rendición de cuentas.

El momento elegido para la ofensiva del HTS, en el que los principales aliados de Asad, como Rusia e Irán, están distraídos por conflictos en otros lugares, también ha suscitado un gran escrutinio. The New York Times observó que la captura de Alepo por parte del HTS marca un momento crucial en la guerra civil siria, mientras que Democracy Now vinculó la ofensiva con una inestabilidad regional más amplia, incluidas las tensas relaciones entre Turquía y Siria. A medida que el HTS consolida su control, el desafío de gobernar a una población diversa e ideológicamente variada puede poner a prueba su capacidad de adaptación pragmática.

A medida que el conflicto evoluciona, el papel de los medios de comunicación en la configuración de las percepciones internacionales es fundamental. Una cobertura coherente y precisa es esencial no sólo para entender la guerra en Siria, sino también para exigir responsabilidades a los actores poderosos. Al no examinar críticamente la influencia de Turquía y las implicaciones más amplias de apoyar a grupos como HTS y el ENS, los medios occidentales corren el riesgo de perpetuar narrativas que oscurecen las realidades vividas por los más afectados por el conflicto.

FUENTE: Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina