Desde hace días, Tel Rifat, así como las localidades circundantes —incluidos varios campamentos de desplazados internos— y las zonas aún autónomas de la ciudad de Afrin, más al oeste, están asediadas por el autodenominado Ejército Nacional Sirio (SNA) formado por mercenarios y liderado por el Estado turco. Cientos de miles de personas, en su mayoría desplazados de Afrîn, están literalmente atrapadas. La fuerza mercenaria respaldada, equipada y controlada por Turquía, ha lanzado su propia invasión para ocupar la ciudad de Tel Rifat a la sombra de la ofensiva de la organización terrorista salafista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), anteriormente conocida como Frente al-Nursa y parte integral de Al-Qaeda, sobre Alepo. El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, lleva desde 2022 calificando la ciudad como el primer objetivo de la próxima campaña de Turquía en el norte de Siria.

El Consejo Popular de Afrin y Shehba ha emitido una declaración urgente a la opinión pública, informando de que han decidido abandonar la zona. Sin embargo, prometen continuar su lucha de la misma forma que soportaron todas las condiciones difíciles durante los últimos años en tiendas de campaña y a la intemperie tras la anterior ocupación de Afrin.

La declaración hecha pública esta mañana dice: «El Estado turco y sus mercenarios atacaron la zona de Tel Rifat y Shehba. Durante estos 2 días, las Fuerzas de Liberación de Afrin (HRA) opusieron una gran resistencia para protegernos. Para no exponer a nuestro pueblo a masacres y no matar a personas inocentes, decidimos por nuestra propia voluntad abandonar la zona, que está rodeada por mercenarios del Estado turco».

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