Cuatro menores heridos, alguno de ellos de gravedad, tras la detonación de una mina en la región de Shehba el viernes. Las víctimas fueron trasladadas al hospital de Avrîn en Fafin, donde están recibiendo tratamiento médico intensivo.

Se trata de cuatro menores desplazados desde Afrin, y hospedados en un campamento de refugiados en Tel Rifat. A principios de octubre, otro residente del mismo campamento, de 45 años de edad, resultó también herido en la explosión de una mina.

Según la información recibida, la detonación del aparato explosivo, presumiblemente plantado por el ISIS, tuvo lugar cuando los niños dejaron el campamento para ir a jugar. En Shehba, este tipo de explosiones ocurren con frecuencia y con una alta tasa de mortalidad, ya que la región ha sido especialmente contaminada por minas y otras trampas explosivas. En la mayor parte de los casos, las víctimas son niños que salen a jugar.

Una buena parte de la región al este de Afrin permaneció ocupada por el ISIS entre 2013 y 2015. La situación se volvió especialmente dramática en 2018, cuando cientos de miles de personas de Afrin huyeron de las fuerzas de ocupación turcas para dirigirse a Shehba.

Desde la liberación de Shehba por parte de las YPG/YPJ, el Comité de Agricultura del gobierno autónomo ha despejado más de cuarenta hectáreas de tierra del legado del ISIS, liberándolas para su uso. Sin embargo, la labor de reconstrucción se ve constantemente obstaculizada por los continuos ataques de las fuerzas de ocupación turcas. Las granadas golpean la región a diario. Además, la zona del gobierno autónomo está aislada del mundo exterior porque la zona circundante está controlada por Siria, Turquía y las milicias apoyadas por Turquía.