Debido a los ataques del estado turco invasor, 68 mil estudiantes en el norte y este de Siria fueron privados del derecho a la educación. La Administración Autónoma de Hesekê abrió escuelas en el campamento de Washokani para que los estudiantes desplazados de Serêkaniyê y los del campamento de Newroz en Dêrik pudieran continuar su educación.
Mihemed Haco, co-presidente de la escuela en el campamento en la ciudad de Hesekê, detalló: "Tomamos las medidas necesarias para proteger a los estudiantes del coronavirus. Habrá una distancia entre los estudiantes en las filas de las aulas. Antes de las lecciones, los estudiantes recibirán un desinfectante para manos".
Destacando el alto número de estudiantes, Haco afirmó que las aulas son insuficientespara tantos concurrentes. Al afirmar que los estudiantes necesitan asistencia financiera y educativa, Haco llamó a las organizaciones humanitarias. Comentó que la Asociación Rojava otorgó mochilas a los estudiantes mientras que las organizaciones de ayuda humanitaria permanecieron insensibles a los jóvenes y niños que se quedaban en los campamentos.
En el campamento Newroz hay 75 estudiantes
Hay más de un centenar de familias inmigrantes en el Campamento Newroz ubicado en la región de Dêrik, y hay 75 estudiantes entre todas las familias.
Los estudiantes se dividen en dos secciones según sus niveles. Reciben la misma educación y materiales que se brindan en las escuelas de la región de Cizire.
Los maestros comentaron que los estudiantes y sus familias agradecieron el regreso a la escuela. Afirmaron que la apertura de escuelas afectará positivamente la salud mental de los niños y aliviará el dolor de la guerra.