Más de 117,000 personas están alojadas en campamentos en el norte y este de Siria. Especialmente en los últimos tiempos, la fuga de personas está aumentando nuevamente y los campamentos se llenan masivamente.
La Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria trata de proporcionar a los refugiados en los campamentos lo más posible con sus propios recursos y garantizar su seguridad. Sin embargo, los fondos disponibles no son suficientes.
Algunas organizaciones de ayuda también están activas en la región y brindan alimentos, atención médica y carpas a quienes buscan protección. Sin embargo, de acuerdo con la administración del campamento, esta ayuda solo llega a alrededor del 30 al 40 por ciento de la población. Aunque se acercan los meses de invierno, las personas en los campamentos aún carecen de carpas, mantas y otras necesidades básicas.
Şêxmûs Ehmed, de la Oficina de Refugiados y Migración de la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria, advierte que esta situación puede ser peligrosa, especialmente en los meses fríos. Pide a las organizaciones internacionales de ayuda que brinden la ayuda necesaria antes del inicio del invierno.
Por otro lado, la administración autónoma continúa confiando en una campaña de retorno a las áreas liberadas. En este contexto, 1.136 personas que buscaban protección contra Deir ez-Zor, Manbij, Raqqa y Tabqa pudieron regresar a sus hogares.