Tras el comienzo de los ataques de invasión del Estado turco junto con el autodenominado Ejército Nacional Sirio (ENS) contra el Norte y el Este de Siria el 9 de octubre de 2019, la gente de la región fue sometida a constantes persecuciones. Las poblaciones de Zirgan, que están a 1-2 km de las zonas ocupadas por el Estado turco y sus aliados, son constantemente atacadas por los invasores.

Zirgan

25 de los 60 pueblos de la región de Zirgan han sido ocupados por los mercenarios. Más de 10 pueblos, que albergan en torno a 50 mil personas, se encuentran cerca de la línea de batalla. Además, al menos 28 mil personas emigraron a estos pueblos desde Serêkaniyê debido a los ataques. Según un acuerdo de alto el fuego concluido entre las SDF y el Estado turco bajo la mediación de Rusia, los soldados del gobierno de Damasco comenzaron a desplegarse en la línea fronteriza en las regiones ocupadas.

Uno de estos pueblos es Ereb Xan. Sólo 7 de las 25 familias que viven en el pueblo, que está a 2 km de las regiones ocupadas por el Estado turco, son originarias del mismo. La mayoría de las personas que viven aquí se han asentado ante los ataques de la invasión. En la población hay un puesto de control de la policía militar rusa y de las fuerzas gubernamentales de Damasco. Los residentes afirman que los incidentes de robo y saqueo han aumentado con el regreso de las fuerzas gubernamentales de Damasco.

En declaraciones a ANHA, los habitantes de esta población afimaron que querían que las SDF volvieran a la región.

‘Cuando volví ya lo habían robado todo’

Sibîha El Nasir, una de las residentes, declaró: “Soy testigo de los bombardeos del Estado turco y sus gupos mercenarios. Atacaron directamente las zonas civiles. No salí de mi pueblo durante los ataques. Pero después de que las fuerzas del gobierno de Damasco llegaran, tuve que salir. Cuando volví a mi casa unos meses más tarde, vi que mi casa había sido saqueada y todo lo que había en ella había desaparecido. Algo así no había ocurrido nunca mientras las SDF estuvieron aquí, cuando la paz y la confianza reinaban en el pueblo. Los robos y los saqueos comenzaron de nuevo tras la llegada de las fuerzas gubernamentales de Damasco”.

‘Los robos y los saqueos aumentaron con la llegada de las fuerzas sirias’

Otro residente llamado Ridwan Ali Mihemed dijo: “Tuvimos que abandonar el pueblo tras los ataques del Estado turco y sus mercenarios porque nuestros hijos estaban en peligro. Cogí a mis hijos y me fui a Dirbêsiyê. Tras permanecer allí un mes, emigré a Hesekê. Cuando volví a casa después de un tiempo, vi que ya nada era igual. Incluso habían desmontado partes de mi coche y las habían colocado en sus propios coches. También habían quitado las puertas y las ventanas de mi casa. Todo esto ocurrió después de que los soldados del gobierno de Damasco llegaran al pueblo”.

“Las SDF deben regresar”

Otro residente de la población llamado Salih Hesen Abdullah declaró que no se sentían seguros allí tras la llegada de las fuerzas de Damasco, y añadió: “Las SDF deben regresar”.