El asalto nocturno tuvo lugar en la aldea de Bîbaka, en el distrito de Bilbilê, en la Afrin (Efrîn) ocupada. Durante el ataque, los propietarios de la casa, Fayiq Hebeş, de 60 años, y su esposa Emîne Îsa, fueron brutalmente torturados.

Según fuentes locales, los hombres armados irrumpieron en la vivienda de Fayiq Hebeş, lo golpearon, le ataron las piernas y saquearon la casa. Su esposa, Emîne Îsa, fue agredida cuando intentaba socorrerlo. Recibió un fuerte golpe en la cabeza que le provocó una fractura de cráneo y tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. También se informa que sus manos y brazos fueron atados, y permaneció retenida hasta la mañana siguiente.

Fayiq Hebeş y Emîne Îsa habían regresado a su aldea desde Alepo hace aproximadamente un año. Sin embargo, desde su retorno, habrían sido objeto de amenazas constantes.

En un audio que circuló recientemente, el mukhtar (jefe de la aldea) advierte que los kurdos que regresan a sus hogares deben presentarse en el cuartel general de los mercenarios; de lo contrario, se enfrentarán a amenazas y violencia.

Los secuestros, torturas, saqueos y exigencias de rescate dirigidos contra civiles se han vuelto sucesos frecuentes en Afrin.