El 15 de enero, el Estado turco volvió a bombardear a los civiles que realizaban una vigilia para proteger la presa de Tishrin y detener los ataques.
En el ataque murieron el trabajador sanitario Omer Hesen, Hêza Mihemed y su marido Edhem Elî y Osman Îbrahîm, miembro del Consejo de Administración Autónoma del Cantón del Éufrates, y 19 civiles resultaron heridos.
La Asamblea de Familias de Mártires del Norte y Este de Siria informó que Ronîz Mihemed Elî, una joven que sufrió heridas graves en el ataque, perdió la vida a pesar de todas las intervenciones médicas realizadas para salvarla en un hospital de Kobanê.