A diferencia de los ejércitos de Europa occidental, como el Bundeswehr, la edad de incorporación a las fuerzas militares de autodefensa en el norte y el este de Siria es de al menos 18 años, a veces incluso 21.

Sin embargo, también existe el problema de menores que han participado. Esto es el resultado de varios problemas. En tiempos en que la autodefensa era muy necesaria, como cuando ISIS invadió Kobanê, toda la población, incluidos los menores, se alzaron en armas por la necesidad de proteger su propia existencia.

En ese momento, los menores, especialmente las niñas, huyeron a las unidades de defensa de las mujeres para escapar de los matrimonios forzados o de la violencia en la familia. Aunque la Administración Autónoma, así como las SDF y todas las fuerzas organizadas en ella han prestado gran atención a la edad de sus combatientes durante años, este problema volvía a surgir de vez en cuando y las organizaciones pusieron en marcha nuevos mecanismos de control que para acabar con el problema.

Las SDF trabajan en estrecha colaboración con los organismos de protección de la infancia

Ahora se ha dado otro paso para descartar definitivamente la presencia de menores en las fuerzas armadas. Como parte de la firma de un protocolo de la ONU por el gobierno de la administración autónoma y las SDF, se han abierto oficinas para proteger a los niños de la guerra en varias zonas. El acuerdo estipula que es ilegal que un menor de edad tome las armas.

Estas oficinas sirven explícitamente para vigilar y evitar que los menores sean aceptados en las estructuras militares, ya que esto se considera una violación de los derechos de los niños.

Las primeras oficinas se abrieron en octubre y ahora pueden informar sobre los primeros resultados obtenidos. La co-presidenta de la Asociación de Oficinas de Protección de la Infancia de la Administración Autónoma, Newroz Ali, habló con la agencia de noticias ANHA sobre las numerosas investigaciones que se han iniciado sobre las violaciones de los derechos de los niños.

"Estamos en comunicación con UNICEF"

Las oficinas están en estrecha coordinación con UNICEF y las SDF. Las oficinas hacen un seguimiento de los informes y comprueban si las SDF han iniciado las investigaciones necesarias. Según Ali, este trabajo es muy exitoso y la institución está en contacto con muchas organizaciones internacionales a través de UNICEF. Las SDF están plenamente involucradas en esta área, pero tanto la pandemia del coronavirus como los ataques turcos representan obstáculos en la aplicación del protocolo, explican los responsables de la Administración Autónoma.

81 menores entregados a sus familias

Sobre la base de las investigaciones realizadas por las oficinas, se identificaron 30 niños y 51 niñas menores de 18 años como activos en las fuerzas de defensa. Estos menores fueron devueltos a sus familias. En Rojava existen ahora mecanismos eficaces a través del movimiento de mujeres para combatir el matrimonio forzoso o la violencia en la familia y para evitar la presencia de menores en las unidades militares mediante una participación más activa de la sociedad civil.