Un niño y un anciano son brutalmente asesinados en Afrin
Continúan las atrocidades inhumanas de las fuerzas de ocupación en Afrin.
Continúan las atrocidades inhumanas de las fuerzas de ocupación en Afrin.
Según la agencia de noticias de Hawar (ANHA) citando a fuentes locales, los mercenarios del grupo Firkat al-Hamza respaldado por Turquía han atacado a un grupo de civiles en la población de Kimare, en el distrito de Sherawa en Afrin.
Los mercenarios dispararon una lluvia de balas sobre Abdulrahman Hemo, de 70 años, y Hemo Cengiz Necar, de 14, cuando se dirigían a su campo de trabajo.
La autopsia reveló que había hasta 40 balas en el cuerpo del niño de 14 años.
Ese mismo ataque dejó herido a otro civil de 30 años, llamado Mesud Mecîd.
El territorio de Afrin lleva ocupado por Turquía desde marzo de 2018. Los secuestros son una fuente común de ingresos para los mercenarios islamistas vinculados al Estado turco. Desde el comienzo de la ocupación de Afrin, las violaciones de los derechos humanos y los crímenes de guerra han estado a la orden del día en la que una vez fue la región más segura de toda Siria. Además de una política colonial clásica, Turquía sigue practicando una política de limpieza étnica que ha expulsado a cientos de miles de personas de sus asentamientos ancestrales. El cambio demográfico a favor de Turquía y sus fuerzas de invasión islamistas, crímenes como el secuestro, la tortura, la extorsión y el asesinato, se producen a diario con la aprobación de facto de la comunidad internacional que permanece en silencio.
Incluso dos años y medio después de la ocupación de Afrin por parte de Turquía y sus mercenarios yihadistas, territorio situado en el noroeste de Siria, la violencia extrema, el saqueo y las expulsiones siguen estando a la orden del día. Estas son las conclusiones de un informe mensual de la Organización de Derechos Humanos de Afrin. El balance de las violaciones de derechos humanos registradas en septiembre se presentó el pasado domingo en el campamento de Serdem, en el cantón de Shehba: dos civiles muertos, uno de ellos un niño, más de ochenta nuevos secuestrados, y tres menores de edad casadas con mercenarios islamistas contra la voluntad de sus familias.
En septiembre, la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Árabe Siria publicó un informe de 25 páginas en el que presentaba sus conclusiones basadas en las investigaciones realizadas entre el 11 de enero y el 1 de julio de 2020.
El informe documenta las continuas violaciones y abusos cometidos por casi todos los actores en conflicto que controlan el territorio de Siria y destaca un aumento de los abusos selectivos como los asesinatos, la violencia sexual y de género contra las mujeres y las niñas, y el saqueo o la apropiación de propiedades privadas con tintes sectarios.
En Afrin y sus alrededores, el informe documenta cómo el Ejército Nacional Sirio (ENS), respaldado por Turquía, puede haber incurrido en crímenes de guerra como la toma de rehenes, tratos crueles e inhumanos, tortura y violación. En la misma región, decenas de civiles han muerto o han quedado mutilados por grandes artefactos explosivos improvisados.
En particular, el informe destaca: "Desde 2019, las mujeres kurdas de las regiones de Afrin y Ra's al-Ayn [Serêkaniyê] se han enfrentado a actos de intimidación por parte de los miembros de la brigada del ENS, lo que ha generado un clima de temor generalizado que las ha llevado a confinarse en sus hogares. Los combatientes del ENS también han capturado a mujeres y a niñas, y las han sometido a violaciones y violencia sexual, lo que ha causado graves daños físicos y psicológicos a nivel individual y comunitario, agravados a causa del estigma y las normas culturales relacionadas con las ideas de 'honor femenino'. Durante el período que se examina, se documentaron casos de violencia sexual contra mujeres y hombres en un centro de detención de Afrin.
La Comisión también recibió informes de matrimonios frozosos y de secuestros de mujeres kurdas en Afrin y Ra's al-Ayn [Serêkaniyê], en los que participaron principalmente miembros de la División 24 (brigada Sultán Murad) del ENS".
La situación de los derechos humanos en las partes del norte, noroeste y nordeste de Siria bajo el control de las fuerzas turcas y los grupos armados afiliados a Turquía es sombría, con altas cotas de violencia y criminalidad, advirtió también el viernes la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Si bien las violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario contra los civiles continúan en toda Siria, la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha observado en los últimos meses una pauta alarmante de graves violaciones en esas zonas, entre ellas en Afrin, Ras al-Ain y Tel Abyad, donde se ha documentado un aumento de los asesinatos, los secuestros, los traslados ilícitos de personas, las incautaciones de tierras y propiedades y los desalojos forzosos.
Del 1 de enero al 14 de septiembre de 2020, la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas verificó la muerte de al menos 116 civiles como resultado de artefactos explosivos improvisados utilizados por autores no identificados y restos explosivos de guerra. Entre los muertos había 15 mujeres, 20 niños y 2 niñas. Unos 463 civiles resultaron heridos.
“También pido a las autoridades turcas que respeten el derecho internacional y garanticen el cese de las violaciones cometidas por los grupos armados que están bajo el control efectivo de Turquía”, dijo.