Cuma Seîd El-Hemo, pintor y escultor de Raqqa, puede finalmente llevar a cabo su trabajo artístico en la ciudad liberada después de los difíciles años bajo el control del DAESH (ISIS).

Cuma Seîd El-Hemo nació en Raqqa en 1968 y comenzó a pintar y esculpir en la década de 1980.

Cuando era joven, El-Hemo dibujaba canicas y piedras, desarrollando sus habilidades artísticas durante sus años universitarios, en los que estudió ingeniería eléctrica.

Más adelante, El-Hemo, que trabajó como maestro y escultor en el Centro de Arte de Raqqa entre 1989 y 1996, logró participar en numerosos concursos celebrados distintos estados árabes.

Al igual que otros ciudadanos de Raqqa, Cuma El-Hemo vivió los días más oscuros de su vida cuando los mercenarios del DAESH ocuparon su ciudad. Fue sometido a un acoso reiterado por sus esculturas.

Muchas de las estatuas y esculturas hechas por El-Hemo fueron destruidas por los mercenarios, mientras que otras de mayor valor fueron robadas y llevadas a Turquía para ser vendidas.

El Consejo Civil de Raqqa ha recuperado algunas de las esculturas de El-Hemo. Las colocó en el edificio del Consejo justo después de la liberación de Raqqa el año pasado.

Las pinturas y esculturas que El-Hemo hace reflejan la guerra y sus efectos sobre las personas, así como la vida cotidiana de la gente.

El-Hemo, que ha participado en muchas exhibiciones y concursos de arte, dijo que usualmente hacía sus obras en mármol italiano con piedras blancas y negras.

El-Hemo comentó que había sido arrestado y torturado en repetidas ocasiones durante los largos años de ocupación de la ciudad por parte del DAESH. "Continué haciendo mis trabajos en secreto una vez que fui liberado. Enterré las obras que hice en el jardín de una casa y las mantuve allí"