El Primer Festival de Cultura Kurda de París completó su maratón de 14 días con un concierto final ayer sábado.

Ayfer Düzdaş, Diyar Mehrovi, Farqin Azad y Şivan Perver subieron al escenario en la sala de conciertos Gaveau para claurar el evento.

El Festival de Cultura Kurda de París, organizado conjuntamente por el Consejo Democrático Kurdo Francés (CDK-F), el Instituto de Reflexión e Investigación sobre el Kurdistán (IREK), la Asociación de Arte y Cultura del Kurdistán (ACK) y la Fundación Danielle Mitterrand, comenzó con una marcha cultural el sábado 14 de mayo.

En el marco del festival, se instaló una maqueta del Kurdistán en el edificio del Centro de la Comunidad Democrática Kurda de París, y se organizaron actos como el encuentro de dengbêj, obras de teatro, una exposición de pintura y fotografía, talleres infantiles o promoción gastronómica.

Diyar Mehrovi fue el primer invitado del último concierto. Mientras el joven artista de Botan calentaba la sala de conciertos con piezas de su región, subió al escenario Farqin Azad, que continuó su actividad musical durante años en Amed y luego en París.

La artista del último concierto fue Ayfer Düzdaş, miembro de la tradición Koçgiri. Mientras Düzdaş atraía la atención en la sala de conciertos con sus canciones, Şiyar Perver era el invitado final.

Muchos kurdos, así como armenios, caldeos, asirios y franceses, asistieron al concierto.

Al final del concierto, el comité del festival subió al escenario para dar las gracias al público y, en nombre del CDK-F, su portavoz Ağit Polat agradeció a todos los que participaron en el festival y contribuyeron a él.

Expresando su convicción de que estos jóvenes seguirán trabajando, Polat subrayó que el festival había sido una decisión correcta, a pesar de todos los problemas y dificultades y también a pesar de que se haya llevado a cabo mientras la guerra hace estragos en el Kurdistán del Sur. Teniendo en cuenta el objetivo del festival y la reunión de miles de personas en torno a la cultura kurda, Polat dijo que los organizadores estaban muy contentos.

El festival, dijo Polat, “sólo puede estar dedicado a los guerrilleros y guerrilleras que resisten”.