La historia de un músico de Qamishlo

Cada músico define la música de una manera diferente.

Isa Mihemed (50) describe la música como su mejor amiga.

Cuando Mihemed tenía 15 años, comenzó a tocar la bağlama (instrumento con tres cuerdas dobles) y a cantar. El hermano de Mihemed, Nezir Isa, es un estudiante del famoso dengbêj (cantante de cuentos épicos de amor y guerra, resistencia y sufrimiento) kurdo Mihemed Shêxo.

Cuando tenía 15 años, recolectó dinero con un amigo y compró una bağlama. Al principio tocó su instrumento en bodas y se hizo conocido como 'Isa el bağlama'.


Lo mejor de mi vida fue conocer a Mihemed Shêxo

El amor de Mihemed por la música lo obligó a hacer algo. Mihemed describe así su encuentro con la música: "Mi amor por la música fue ciertamente influenciado por Mihemed Shêxo. Cuando comencé a tocar me vi en un mundo nuevo, la música me afectó mucho.

Puedo decir que mi alma revivió. Fue como si mi alma empezara a vivir. Conocer a Mihemed Shêxo fue un gran regalo. Él siempre intentaba enseñar música a los jóvenes y quería ayudar a la gente".

La promesa de Mihemed Şêxo, “No dejes la música y continúa cantando canciones en kurdo” ha sido un mandato para él y continúa trabajando para cumplirlo.

Mihemed ha trabajado en la tienda de instrumentos musicales que ha abierto en Qamishlo durante 25 años.

Hoy la música está en cada casa

Mihemed, que principalmente vende instrumentos tradicionales, los trae generalmente de Damasco.

Mihemed tiene 5 hijos e intenta transmitirles su amor por la música.

Él enseña a los niños que quieren aprender a tocar un instrumento. En el pasado, dijo Mihemed, las posibilidades de comprar instrumentos musicales eran limitadas: "Hoy en día hay instrumentos en todas las casas. Nuestros jóvenes viven con la música y tienen instrumentos. Eso me da moral".

Mihemed dice que la música es gran parte de su vida y agrega: "En momentos de emoción, tomo mi bağlama y expreso mis sentimientos. La bağlama es la mejor oyente de mis emociones. La bağlama y yo nos hicimos amigos y siempre estamos juntos. Siento que la bağlama es parte de mi cuerpo".