Se llevó a cabo una manifestación en Estambul, contra el desalojo del edificio del Centro Cultural Mesopotámico (MKM), que ha estado en activo al servicio de la cultura kurda durante 18 años. A la protesta frente al edificio en el distrito de Tarlabaşı asistieron no solo los artistas que fueron desalojados, sino también los políticos del HDP Hüda Kaya y Elif Bulut y muchas otras personas que se solidarizaron. La multitud coreaba el lema "La represión no va a intimidarnos".
El primer discurso fue pronunciado por el músico Çiya Şenses, que ha sido miembro del personal del centro cultural durante muchos años y dio su declaración en kurdo. Destacó que el MKM ha atravesado momentos muy difíciles en los casi treinta años de su existencia y es un centro de las culturas de Oriente Medio.
Şenses agregó: "No quieren que mantengamos viva nuestra lengua materna kurda y nuestra cultura. Por eso, el edificio donde trabajamos durante muchos años está siendo desalojado. Les informamos que el MKM siempre estará abierto a pesar de todas los límites que nos impongan y seguiremos luchando para mantener viva la lengua y la cultura kurda. Estamos tristes, pero no desamparados. Nuestro pueblo y sus representantes nos apoyan y nuestra lucha en el ámbito cultural continuará. Defenderemos nuestra cultura, el lenguaje y el arte en Oriente Medio, Estambul y en todas partes".
La diputada del HDP, Hüda Kaya, dijo en un discurso que el gobierno turco no permite ninguna oposición: "Los que pertenecen a la oposición no tienen derecho a las actividades culturales ni a la música. Los miembros de la oposición están privados del derecho a ganarse el pan de cada día, reciben educación y trabajo. La oposición ni siquiera tiene derecho a respirar".
La historia del Centro Cultural Mesopotámico
El Centro Cultural Mesopotámico se fundó en Estambul en 1991. El co-fundador más famoso fue el escritor kurdo Musa Anter, que fue asesinado por el estado turco en 1992. El centro cultural realizó valiosas contribuciones en los campos de la música, el teatro, la danza, el cine y la literatura contra la asimilación y la ignorancia a la que está expuesta la cultura kurda en Turquía. Después de Estambul, se establecieron sucursales en varias ciudades kurdas, todas las cuales han sido cerradas desde entonces por el régimen de Erdogan.