El último número de la revista kurda mensual Serxwebûn está completamente dedicado al XII Congreso del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) e incluye, por primera vez, las perspectivas enviadas por Abdullah Öcalan desde su celda en la prisión turca de la isla de Imrali. El número 521 marca además el final de la historia de la publicación tras 44 años de existencia ininterrumpida. El consejo editorial describe esta decisión como una conclusión deliberada tomada en favor de nuevos comienzos más fuertes.
Junto a las reflexiones estratégicas de Öcalan, el número contiene la transcripción íntegra de los discursos de apertura y clausura del congreso, las resoluciones adoptadas y las aportaciones de las delegadas y delegados. También incluye textos biográficos sobre figuras del PKK como Ali Haydar Kaytan y Rıza Altun, así como artículos conmemorativos sobre Pelin Yılmaz (Pelîn Zozan), Gurbet Aydın (Hozan Mizgîn) y los líderes revolucionarios turcos de 1968 Deniz Gezmiş, Yusuf Aslan y Hüseyin Inan.
Siete principios para una nueva orientación
En un texto fundacional de veinte páginas y una carta complementaria de cuatro puntos, Öcalan analiza la evolución del movimiento kurdo, reflexiona sobre su reorganización prevista y expone los pilares de una nueva visión sociopolítica. Los siete temas principales propuestos para esta reorientación son:
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Naturaleza y sentido
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Naturaleza social e historia de los problemas
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El dualismo entre Estado y comunismo en la sociedad histórica
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Modernidad
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Las realidades del pueblo kurdo y del Kurdistán
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El PKK y la cuestión de la disolución
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Perspectivas para la nueva fase
Öcalan enfatiza que la cuestión de la disolución del PKK no es nueva, y que no se trata solo de una cuestión organizativa, sino de una transformación profunda de la mentalidad y de la identidad personal: una reestructuración seria solo puede avanzar por estas vías.
El confederalismo democrático como modelo social
En el centro de la transformación propuesta por Öcalan está la construcción de una sociedad basada en el socialismo democrático, centrado en los conceptos de nación democrática, economía ecológica y autogobierno comunal. Plantea esta visión como un modelo alternativo al Estado-nación, el capitalismo y la modernidad industrial:
Nuestra perspectiva para la nueva fase se basa en reconstruir la sociedad sobre la base de la nación democrática, la economía ecológica y el comunalismo. La tarea de desarrollar el marco conceptual y teórico de esta reconstrucción –incluidas sus bases filosóficas, dimensiones ideológicas y su encarnación en un tejido social diferenciado– está justo delante de nosotros.
Sin duda, las intenciones de los diferentes actores pueden variar; no obstante, el camino emprendido y los llamamientos realizados son, en esencia, legítimos. Nuestra labor actual es elaborar las bases ideológicas, los programas prácticos y las dimensiones estratégicas y tácticas de un orden social futuro. El concepto de sociedad democrática constituye el programa político central de este periodo. No pretende crear un Estado, sino que se despliega a través de una forma de política democrática. El concepto de comuna es inseparable de la organización democrática. Distinguir entre ambos sería erróneo, ya que la comuna, tanto en términos históricos como contemporáneos, es el núcleo de la sociedad democrática. El socialismo democrático también significa una forma de comunalismo democrático.
Así como el Estado tiene una trayectoria histórica, también la tiene la comuna. La existencia libre de los pueblos solo puede realizarse a través de la comuna. Mientras el Estado-nación es un instrumento del capitalismo, la comuna es el principio constitutivo de los pueblos. Este modelo social comunal puede institucionalizarse a través del autogobierno municipal. Es factible teórica y prácticamente, aunque depende de una lucha anticapitalista profunda y auténtica.
Para trascender la modernidad hegemónica y sus paradigmas auxiliares del socialismo real, hemos intentado desarrollar una nueva teoría socialista analítica y alternativa, que llamamos Modernidad Democrática. En este concepto, sustituimos los tres pilares de la modernidad –el Estado-nación, el capitalismo y el industrialismo– por los principios de nación democrática, comunalismo y economía ecológica. A partir de la interrelación de estas tres esferas, hemos construido un modelo social libertario que ha sido formulado por escrito y ha encontrado una resonancia considerable en la sociedad.
Por supuesto, cada uno de estos ámbitos contiene múltiples subcategorías. Por ejemplo, la liberación de la mujer es un componente central del comunalismo. Otros aspectos relevantes incluyen la ética política, la filosofía moral y más. Estas cuestiones se examinarán y desarrollarán en profundidad. La coherencia conceptual de este modelo se expresa adecuadamente en el término Modernidad Democrática.
Las visiones apocalípticas descritas en las escrituras religiosas no se limitan al más allá; también se refieren a este mundo. Los peligros descritos en estos libros sagrados probablemente aluden a esto: la modernidad capitalista impone un apocalipsis perpetuo a la humanidad.
Implicaciones regionales e internacionales
Öcalan afirma que una transformación exitosa no solo afectaría a Kurdistán, sino a toda la región: El éxito aquí resonará en Siria, Irán e Irak. Para la República de Turquía, esto supondría la oportunidad de redefinirse, renovarse a través de reformas democráticas y asumir un papel de liderazgo en el desarrollo regional.
Asimismo, hace un llamamiento tanto a los opositores del proceso en curso como a sus partidarios, argumentando que quienes rechazan esta vía carecen de alternativas sustantivas y están condenados al fracaso. Sin embargo, superar la resistencia impone una gran responsabilidad a los actores constructivos del proceso. La transformación política prevista tiene implicaciones no solo nacionales, sino también regionales e internacionales.
En este contexto, Öcalan enfatiza la necesidad de una confederación regional, que describe como un imperativo absoluto para garantizar la estabilidad futura y estructuras democráticas en la región. Este modelo de cooperación transfronteriza y reparto del poder se concibe no solo como solución a los conflictos internos, sino como base para un nuevo orden internacional. Un proceso así requeriría el surgimiento de una nueva Internacional, capaz de vincular movimientos emancipatorios a escala regional y global.
El socialismo democrático como ruptura con el Estado-nación
En una carta separada con fecha del 27 de abril, titulada Sociedad Democrática Socialismo, Öcalan reflexiona sobre la historia del movimiento. Después de 52 años, escribe, ha llegado el momento de pasar del socialismo orientado al Estado-nación a una sociedad democráticamente social. Identifica cuatro tareas fundamentales que deben evaluarse en este proceso de transformación.
El cierre de Serxwebûn como punto de inflexión deliberado
La portada de Serxwebûn muestra su lema histórico: La perseverancia del lado de la humanidad es, al mismo tiempo, perseverancia en el socialismo. El equipo editorial se despide con estas palabras: Serxwebûn fue la voz de la resistencia kurda contemporánea, moldeada por la sangre de las y los caídos, y marcada por el movimiento de liberación de las mujeres del siglo XXI. Fue más que un periódico: fue una escuela de revolución.
Su frase final, de carácter simbólico, reza: El espíritu y la conciencia de Serxwebûn perdurarán.