El 19 de diciembre de 2017 maquinaria de construcción destruyó el cementerio de la aldea de Oleka Jor en la que había 267 tumbas de personas que habían perdido la vida en distintas fechas. Los restos de las personas enterradas fueron trasladados al Instituto de Medicina Forense (ATK).

Desde entonces estos restos permanecen en el instituto y corren el riesgo de ser enterrados lejos de sus familias en un cementerio para personas sin identidad conocida. A pesar de los 443 días que han pasado desde que los restos llegaron al ATK, solo dos familias han podido recuperar los cuerpos de sus allegados. Quedando por tanto 265 cuerpos todavía en manos del ATK.

“Las solicitudes de recuperación deberían ser tramitadas inmediatamente”

32 familias han realizado trámites para recuperar los restos de sus familiares, mientras 233 cuerpos siguen sin ser solicitados por nadie. La Asociación de Derechos Humanos (IHD) en Tavtan ha pedido a las familias que realicen la solicitud inmediatamente, ya que sino 233 personas serán enterradas en el cementerio de personas desconocidas.

“Va en contra de la humanidad y del Islam”

Sebap Doner, el padre de Abdulhamit Doner, cuyo cuerpo fue trasladado al ATK, ha dicho que cursó la solicitud al ATK hace 3 meses, pero no ha recibido respuesta. Doner asegura que hecho de que el ATK “no entregué los restos va en contra de la humanidad y del Islam. No existe lugar en la consciencia que pueda amparar esta forma de actuar. Deberían darnos los restos tal como dice la ley del estado también”. Sebap Doner afirma que no saben cuanto tiempo tendrán que seguir esperando.

Doner ha hecho un llamamiento a las familias que no hayan solicitado la devolución de los restos de sus familiares a que lo hagan.