Madres del Sábado: "No hemos celebrado un solo Eid en 30 años, solo queremos una lápida"

Las Madres del Sábado, reunidas por 1054ª vez en la plaza Galatasaray de Estambul, expresaron su determinación de continuar su lucha para exigir el procesamiento de los responsables y el reconocimiento de la injusticia estatal cometida contra sus familias

DERECHOS HUMANOS

Miembros de la Iniciativa Madres del Sábado y simpatizantes se reunieron de nuevo esta semana en la plaza Galatasaray de Estambul para conmemorar a las víctimas de desapariciones forzadas y violencia estatal en Turquía. La vigilia, que se celebró por 1054ª vez, se centró en la suerte de Veysel Güney, ejecutado en 1981 bajo la dictadura militar y cuyo cuerpo nunca fue devuelto a su familia.

Además de familiares, representantes de la sociedad civil y la portavoz del partido DEM para la mujer, Halide Türkoğlu, también participaron en la manifestación de esta semana. Como es habitual, se colocaron fotos de los desaparecidos y claveles rojos en la plaza, un acto simbólico, ya que muchos de los afectados aún no tienen una tumba conocida.

El caso de Veysel Güney: ejecutado, desaparecido, inolvidable

Zeynep Yıldız, miembro de la Comisión para los Desaparecidos de la Asociación de Derechos Humanos (IHD), describió el caso de Veysel Güney: "Tenía 24 años cuando fue herido y detenido durante un allanamiento domiciliario en la provincia de Antep el 28 de diciembre de 1980. Se le negó el derecho a defenderse ante un tribunal militar y, aunque no existían pruebas contundentes en su contra, fue condenado a muerte en febrero de 1981 y ejecutado el 10 de junio del mismo año".

Según los registros oficiales, el cuerpo de Güney fue entregado a un oficial para que lo devolviera a su familia, pero sus familiares nunca lo recibieron. No fue hasta años después que encontraron evidencia de una tumba anónima en un cementerio de Antep. Sin embargo, los análisis de ADN no proporcionaron una confirmación clara, lo que generó dudas entre la familia y el público sobre la autenticidad de las muestras.

Familiares: “Seguiremos haciendo nuestras preguntas aquí”

Una conmovedora carta de Ayhan Güney, hermano de Veysel, fue leída en la reunión por un amigo de la familia. Decía: "Veysel vive en nuestros recuerdos, en nuestros pensamientos, en las historias de sus amigos y en el dolor de nuestros padres". Ayhan contó que su madre falleció en 2012 sin poder hablar jamás de su dolor. Su padre, hasta su muerte en 2014, mantuvo la esperanza de encontrar una tumba para su hijo.

Otros familiares de los desaparecidos también alzaron la voz. Sevim Erişti, cuyo hermano Yusuf desapareció hace décadas, declaró: "No hemos celebrado ni un solo Eid en 30 años. Solo queremos una lápida", enfatizó, refiriéndose a la festividad musulmana del Eid al-Adha. Hanife Yıldız, madre de Murat Yıldız, afirmó que no había podido celebrar ninguna festividad desde la desaparición de su hijo.

Mikail Kırbayır, hermano de Cemil Kırbayır, considerado la primera víctima de la práctica de la "desaparición" bajo custodia estatal tras el golpe militar de 1980 en Turquía, criticó las restricciones de acceso a la plaza Galatasaray: "Desde el asesinato de Hasan Ocak, esta plaza ha sido un lugar de recuerdo. Seguiremos planteando nuestras preguntas aquí".

Hanım Tosun, esposa de Fehmi Tosun, desaparecido en Estambul en 1995, también habló con franqueza: "El mundo escuchó nuestras voces desde el Galatasaray. Durante 30 años, hemos buscado no solo los restos de nuestros seres queridos, sino también justicia. Las barricadas policiales aquí son la vergüenza de este país".

La manifestación finalizó con la colocación simbólica de claveles en la plaza como símbolo de memoria para los desaparecidos y un recordatorio para el Estado y la sociedad. Las Madres del Sábado siguen exigiendo el enjuiciamiento de los responsables y el reconocimiento de la injusticia cometida por el Estado contra sus familias.