Por una supuesta violación de la ley militar turca, el objetor de conciencia y activista de derechos humanos Zana Aksu ha sido condenado a 18 meses de prisión por la División Penal del Tribunal de Distrito de Eruh. También deberá pagar una multa de 10.000 TL (equivalente a unos 1.000 euros). Aksu ya había sido acusado de insubordinación en 2018 y absuelto. La fiscalía no cejó en su empeño y volvió a iniciar un procedimiento el año pasado. Esta vez con éxito por el momento. El veredicto aún no es definitivo.
Sin embargo, Zana Aksu no se deja impresionar por la decisión judicial. "Me niego a formar parte del ejército turco o de cualquier otra estructura militar que me obligue a tomar las armas en contra de mi conciencia. No formaré parte de lo que haga el ejército", comentó el objetor de conciencia sobre la decisión judicial tras el juicio. Subrayó que las autoridades judiciales no conseguirán disuadirle de sus convicciones. "Estoy dispuesto a perder mi libertad e ir a la cárcel. Pero no retrocederé ni un paso en mi filosofía de preservar la vida", dijo Aksu. El joven de 35 años pidió al gobierno turco que introduzca el derecho a la objeción de conciencia. Turquía es el único Estado miembro del Consejo de Europa que aún no reconoce la objeción de conciencia.
¿Quién es Zana Aksu?
Zana Aksu nació en 1986 en el distrito de Eruh de Siirt y trabaja como periodista. En 2011, fue detenido por su trabajo para la prensa libre kurda en el último año de sus estudios en la Universidad Adnan Menderes de Aydın y estuvo en prisión preventiva durante un año y medio. Entre 2009 y 2011, trabajó para la agencia de noticias DIHA, que posteriormente fue prohibida por decreto de urgencia. Después, hasta 2016, fue redactor jefe del semanario que fundó, Siirt'ten Öte [Más allá de Siirt], que se publicaba en tres idiomas (kurdo, árabe y turco) y que también fue cerrado por el Estado. A partir de 2012, Aksu también presidió la rama de la Asociación de Derechos Humanos (IHD) durante cuatro años y formó parte del grupo que creó el primer mapa interactivo de fosas comunes en las zonas kurdas de Turquía. Ese mismo año, anunció su objeción de conciencia. En 2015, documentó el asedio militar turco y los crímenes de guerra relacionados en Cizre y Şırnak. Debido a las declaraciones y comunicados de prensa como presidente de la IHD de Siirt y a las actividades de derechos humanos, se llevaron a cabo varias investigaciones contra Zana Aksu por propaganda terrorista. Están pendientes varios procedimientos por presunta pertenencia a una organización terrorista. Además, hay otro proceso judicial en curso en Siirt por violación de la ley militar turca.