La represión de los presos en las cárceles turcas continúa. En la sentada diaria para llamar la atención sobre la situación de los presos enfermos, la Asociación de Derechos Humanos subrayó la situación de Yıldırım Demir y Ayşe Özdoğan.
La Iniciativa para la Libertad de los Presos Enfermos en Ankara celebró una rueda de prensa en la Asociación de Derechos Humanos (IHD). Fue la 374ª semana de acción. El ejecutivo de la sucursal de IHD en Ankara, Ihsan Seylan, llamó la atención sobre el estado de salud de Yıldırım Demir, un preso gravemente enfermo recluido en la prisión cerrada de tipo F de Bolu.
Seylan dijo que Demir transmitió sus problemas de asistencia sanitaria en una carta que envió a la IHD. "El ojo derecho de Yıldırım Demir está ciego en un 95% y en su carta decía que no había sido tratado. Se operó de cataratas en el ojo izquierdo hace unos dos años. Hay un problema en el cristalino del ojo izquierdo y el médico dijo que necesita tratamiento con láser. Cuando fue a una revisión, le devolvió otro médico que dijo que no necesitaba nada. Cada vez que va a una revisión, le devuelven a la cárcel con gotas para los ojos. Ahora su ojo izquierdo lo ve todo borroso. Tiene reflujo, gastritis y úlceras en el estómago. Ha tenido dos hemorragias estomacales. Aunque el médico de la enfermería le prescribe una dieta, la comida de la cárcel no le ofrece ninguna opción".
Seylan exigió que los presos enfermos fueran puestos en libertad.
ESTAMBUL
La Comisión de Prisiones de la Sección de Estambul de la Asociación de Derechos Humanos (IHD) celebró la 502ª "sentada F" en el edificio de la asociación en Taksim. Los miembros de la Comisión llamaron la atención sobre la situación de Ayşe Özdoğan, que se encuentra en la prisión de tipo L de Antalya Döşemealtı.
El ejecutivo de la IHD, Mehmet Acettin, dijo que cientos de presos gravemente enfermos que esperan ser liberados están luchando por sus vidas. Recordando que la sentencia dictada en 2013 por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sobre Turquía ha sido ignorada, Acettin afirmó que Ayşe Özdoğan, enferma de cáncer, no podía afrontar sus necesidades personales por sí misma. Añadió que los abogados de Özdoğan habían solicitado un aplazamiento de la ejecución, pero que sus peticiones eran constantemente denegadas.
Özdoğan lleva 25 días en el pabellón de cuarentena, dijo Acettin añadiendo: "Ozdogan, que está en la última fase de la enfermedad, tiene graves problemas y sus necesidades las cubren otros presos". Ahora Özdoğan está esperando a ser trasladada al hospital.
