El informe decía que las violaciones se llevan a cabo en muchas prisiones. A los reclusos se les negaron los papeles, el acceso a la salud, y a menudo no se les lleva oficialmente a las zonas comunes debido a la pandemia de coronavirus.
En el informe se subrayaba que los reclusos han sido sometidos a un aislamiento completo. Se les niegan las actividades sociales, los deportes y el tiempo para hablar. El informe, que afirmaba que los presos también tenían dificultades para ir al hospital, añadía: "Los libros confiscados durante las redadas en la sala no se devuelven. Aunque se les dice a los prisioneros que se les devolverán cuando se reúnan con la administración y exijan sus libros, éstos no se devuelven. El diario Yeni Yaşam no se entrega a los prisioneros que lo solicitan. El Coronavirus se da como una razón para permitir que las violaciones continúen. Los prisioneros enfermos enfrentan serias dificultades. Las cartas no se envían y si están en kurdo no se entregan a los prisioneros".
MATUHAY DER también añadió que la comida en la prisión es mala y escasa. Además, dijo que algunos presos se quejaron de no haber sido llevados a la enfermería cuando lo pidieron, o de haber recibido respuesta dos meses después de quejarse de problemas dentales. Los precios son muy altos en la cantina, la comida y los artículos de higiene no están disponibles como deberían."