Durante sus ataques en la región del noreste de Siria, la alianza yihadista Ejército Nacional Sirio (SNA) tomó como rehenes a habitantes de los barrios kurdos de Alepo y los deportó a la zona de ocupación turca. Todavía no está claro cuántos rehenes están actualmente en manos de los terroristas. Entre las víctimas de secuestro se encuentran mujeres que son miembros del Hêzên Parastina Civakî (HPC) y que participan en la resistencia civil en Sheikh Maksud y Ashrafia.

El Comando General de las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ) publicó una declaración llamando a tomar medidas para exponer la brutalidad del estado de ocupación turco y sus mercenarios a escala global, revelando el alcance de su terrorismo y responsabilizando a Erdoğan y al estado de ocupación turco por esta guerra y las atrocidades cometidas contra las jóvenes capturadas.

La declaración de las YPJ que llama a las organizaciones internacionales de mujeres y de derechos humanos a defender a los rehenes incluye lo siguiente:

“En los últimos días, nuestra región, junto con todo el territorio sirio, ha sido objeto de un ataque a gran escala desde múltiples frentes. Comenzó en Alepo, donde el pueblo sirio se vio obligado a enfrentarse a horribles masacres. Simultáneamente, estos ataques se dirigieron hacia nuestras zonas del norte y el este de Siria, donde hemos demostrado una resistencia implacable contra estos ataques generalizados, en particular en las regiones de Shehba y Alepo. Nuestro pueblo, encabezado por mujeres, ha demostrado una gran resiliencia frente a estas agresiones.

Nuestra gente en Sheikh Maqsoud y Ashrafieh, que ha adquirido una amplia experiencia en la resistencia y la guerra a lo largo de los años, se ha vuelto a organizar contra estos ataques. Operando bajo el nombre de Fuerzas de Protección de Sheikh Maqsoud y Ashrafieh, han frustrado docenas de ataques de mercenarios del estado de ocupación turco.

Sin duda, la guerra continúa en múltiples frentes. Lamentablemente, varios hombres y mujeres jóvenes de las Fuerzas de Liberación Sheikh Maqsoud y Ashrafieh han caído prisioneros de estos mercenarios. Estos bárbaros, que no respetan la ética ni las leyes de la guerra, han violado atrozmente la dignidad de las prisioneras, utilizándolas como herramientas de propaganda en sus medios de comunicación. Han declarado descaradamente a las mujeres cautivas que una vez más las venderían en mercados de esclavos. Tales acciones son absolutamente inhumanas y no deben tolerarse.

Como Unidades de Protección de la Mujer (YPJ), condenamos enérgicamente los actos brutales de los mercenarios de la ocupación turca contra las mujeres capturadas y prometemos vengarlos. Hacemos un llamamiento a las organizaciones internacionales, en particular a Amnistía Internacional y al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), así como a todas las organizaciones de mujeres y de derechos humanos, para que cumplan con su deber de proteger a estas mujeres que defendieron sus barrios y ciudades. Insistimos en la necesidad de salvaguardar sus derechos como prisioneras de guerra.

Las atrocidades que hoy cometen los mercenarios de la ocupación turca contra las jóvenes capturadas son un reflejo de las que llevó a cabo la organización terrorista ISIS en 2014 en Sinjar, Mosul y Raqqa, donde miles de mujeres fueron vendidas en mercados de esclavos. Estas acciones representan la mentalidad patriarcal que alcanzó su punto álgido con el ISIS y los mercenarios de Erdoğan. Ellos saben muy bien que las kurdas han escrito epopeyas heroicas contra sus prácticas bárbaras, resistiendo hasta el final. Es por eso que sus prácticas inhumanas han escalado al nivel de hostilidad abierta contra las mujeres.

Dirigimos nuestro llamamiento a las organizaciones de derechos de las mujeres, a las organizaciones de la sociedad civil, a las personalidades destacadas, a los defensores de la libertad y a los demócratas para que protejan a las mujeres cautivas. Es imperativo exponer la brutalidad del Estado de ocupación turco y de sus mercenarios a escala mundial, revelar el alcance de su terrorismo y exigir a Erdoğan y al Estado de ocupación turco que rindan cuentas de esta guerra y de las atrocidades cometidas contra las jóvenes capturadas.

Como Unidades de Protección de la Mujer (YPJ), condenamos una vez más el cautiverio de las combatientes de las Fuerzas de Protección Sheikh Maqsoud y Ashrafieh. Afirmamos que exigiremos cuentas al Estado de ocupación turco y a sus mercenarios en las primeras líneas de la resistencia. En este contexto, durante estos días históricos marcados por los extensos ataques a nuestras regiones y a Siria en su conjunto, declaramos que estamos en primera línea para proteger a todas las mujeres y a nuestro pueblo. También hacemos un llamamiento a todas las mujeres jóvenes, dondequiera que estén, a que se unan a las filas de las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ) y ocupen su lugar en las primeras líneas de defensa. Sólo de esta manera podemos proteger nuestra tierra y nuestra dignidad”.