La delegación internacional que llegó a Turquía para exigir el levantamiento del aislamiento en İmralı ha hecho una declaración tras presentar una petición al Ministerio de Justicia turco.
La delegación incluye a Walter Baier, presidente del Partido de la Izquierda Europea; Francesca Ghirra & Matteo Massa, miembros de la Alianza de la Izquierda Verde Italiana; Eduardo Jorge Costa Pinto, diputado del Parlamento portugués; Eulàlia Reguant Cura, diputada del Parlamento catalán; Blai Tabarner, miembro de la Junta Directiva de la CUP catalana; Anne Kulseng Berg, líder del grupo de Solidaridad Kurda del Partido Rojo noruego; Caterina Posterino, directora de la Confederación General Italiana del Trabajo; Francesca Baruffaldi, directora de la Confederación Italiana de Trabajadores; las periodistas Benedetta Rossi y Daniela Galie; Raphaëlle Primet, presidenta del Grupo Comunista del Ayuntamiento de París; Jakob Migenda, representante del Partido de Izquierda de Hesse, Alemania; y Yusuf Karaçelik, representante del Partido de Izquierda en Alemania. La delegación ha estado acompañada de Ebru Günay, co-presidenta del Partido por la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (Partido DEM) y responsable de Asuntos Exteriores, miembros del Comité Ejecutivo del partido y otros diputados y diputadas.
Tras presentar la petición ante el Ministerio de Justicia turco, la delegación celebró una rueda de prensa frente al Ministerio.
La diputada del Partido DEM Saliha Aydeniz declaró: «Estamos aquí frente al Ministerio de Justicia. Nuestro partido, junto con muchas otras instituciones, ha estado trabajando para resolver la cuestión kurda a través de métodos y enfoques democráticos. Siempre hemos dicho que para que haya una paz digna en Turquía, debe lograrse por medios democráticos. Seguiremos diciéndolo. Hoy nos acompaña una delegación internacional. El propósito de su visita es solicitar una reunión con el Sr. Öcalan. Para una resolución democrática de la cuestión kurda, el gobierno y el Estado deben escuchar ahora el papel del Sr. Öcalan, su posición y su voluntad de paz, no sólo con palabras o gestos, sino con acciones concretas».
Tras el breve discurso de la diputada Saliha Aydeniz, la declaración de la delegación corrió a cargo de Benedetta Rossi: «Estamos aquí para apoyar al Partido DEM y mostrar nuestra solidaridad con el pueblo kurdo. Creemos que, especialmente en este momento, es esencial comprometerse con el gobierno turco para explorar posibles estrategias de diálogo constructivo, y es vital destacar la importancia de la voz del Sr. Abdullah Öcalan en este proceso.
Tras la invasión de Tal Rifaat y el ataque a los distritos kurdos de Alepo, la población kurda corre el riesgo de ser aniquilada. De hecho, desde el 26 de noviembre, la región de Alepo se encuentra en el centro de una escalada militar sin precedentes que pone en peligro la vida de miles de civiles, especialmente los pertenecientes a la población kurda. La situación es extremadamente tensa y los civiles, cada vez más vulnerables, se enfrentan a un asedio y una crisis humanitaria sin precedentes.
La Revolución de Rojava fue una experiencia única de autodeterminación, derechos humanos y resistencia contra la opresión. Originada en las tierras kurdas del norte de Siria, la revolución ha construido un sistema que promueve la igualdad de género, la democracia directa y la coexistencia pacífica entre diferentes grupos étnicos y religiones. En un contexto de conflicto e inestabilidad, Rojava ha sido un faro de esperanza, mostrando al mundo que es posible construir una sociedad inclusiva y justa, incluso en las condiciones más difíciles.
La resistencia de las fuerzas kurdas ha tenido un impacto decisivo en la lucha contra el terrorismo del Estado Islámico, contribuyendo a la estabilización de la región. No obstante, diez años después de la histórica resistencia de Kobane que puso fin a la expansión del ISIS, este modelo de sociedad se ve actualmente amenazado, con la aniquilación no solo del pueblo kurdo, sino también de los valores de libertad y democracia que encarna Rojava.
Por ello, queremos hacer un firme llamamiento: es necesaria una acción rápida y decisiva para detener la violencia y evitar una nueva catástrofe humanitaria. El futuro de Siria, y especialmente de las comunidades que viven allí, es incierto, pero la esperanza reside en la solidaridad internacional y en una respuesta política y humanitaria concreta que pueda garantizar la seguridad y la dignidad de todos los pueblos de la región y abrir la puerta a una solución política a la guerra civil siria.
Queremos reiterar hoy que la situación del pueblo kurdo tiene implicaciones tanto para Turquía como para la comunidad internacional. Creemos que la contribución del Sr. Abdullah Öcalan es crucial para facilitar el diálogo y promover el entendimiento entre el gobierno turco y las comunidades kurdas. Los esfuerzos del Sr. Öcalan, especialmente en 2013-2015, fueron significativos, ya que abogó por una resolución pacífica a través de una hoja de ruta cuidadosamente elaborada. Este enfoque recibió una respuesta positiva por parte de quienes estaban dispuestos a participar activamente en este proceso de paz.
La privación de los derechos humanos inalienables del Sr. Öcalan en la isla prisión de Imrali, donde lleva 25 años recluido en régimen de aislamiento, hace caso omiso de la jurisdicción internacional y nacional. El 18 de marzo de 2014, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dictaminó que la condena a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional impuesta al Sr. Öcalan constituye una violación del artículo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH).
Este artículo del Convenio establece que nadie podrá ser sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. El tribunal también dictaminó que su condena a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional violaba su derecho fundamental a la esperanza, equivaliendo de hecho a una condena a muerte prolongada.
En su sentencia de 19 de septiembre de 2014, el Comité de Ministros del Consejo de Europa también instó a Turquía a cumplir las sentencias del TEDH. A pesar de todas estas críticas y sentencias, el aislamiento ilegal del Sr. Abdullah Öcalan ha continuado desde 2021.
Estamos aquí para recordar al gobierno turco esta importante sentencia del derecho internacional y apelar a su sentido de la justicia y al cumplimiento de los principios básicos de la democracia y los derechos humanos. Por lo tanto, exigimos firmemente la liberación inmediata del Sr. Öcalan y el inicio de conversaciones de paz concretas y estaremos decididos a continuar nuestro esfuerzo en esta dirección hasta que se alcance un acuerdo de paz justo para el pueblo kurdo y el Sr. Öcalan sea finalmente libre».
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