En una entrevista con ANF, el co-presidente del DBP (Partido de las Regiones Democráticas) de la provincia de Van, el abogado Cemal Demir, evaluó el "Llamado a la paz y a la sociedad democrática" de Abdullah Öcalan del 27 de febrero, el desarme del PKK, las consecuencias políticas de este desarrollo en Turquía y las regulaciones legales que se deben establecer para que el proceso avance.
Cemal Demir señaló que la cuestión kurda tiene una historia que abarca más de dos siglos y afirmó lo siguiente:
"Con el establecimiento del régimen republicano, la cuestión kurda se ha convertido en uno de los problemas democráticos más fundamentales de Turquía debido a su carácter crónico y agravante. En este momento, la resolución democrática de este problema histórico no solo es una necesidad, sino también una obligación urgente.
La lucha armada liderada por el PKK durante los últimos cincuenta años ha entrado en una nueva fase con el ´Llamado a la paz y a una sociedad democrática´ de Abdullah Öcalan el 27 de febrero de 2025. Este llamado no sólo marcó el inicio de un período de desarme, sino que también abrió el camino para nuevos métodos, herramientas democráticas y el fortalecimiento de la base política en la lucha del pueblo kurdo por la libertad.
"La autodisolución del PKK es importante tanto en términos políticos como jurídicos"
La autodisolución del PKK marca un hito histórico y significativo, ya que ha puesto fin a su lucha armada y desmantelado su estructura militar. Este avance es de suma importancia tanto política como jurídica. Tras esta etapa, se han sentado en gran medida las bases jurídicas y políticas para el surgimiento de la democracia.
Sin embargo, para que este proceso avance sanamente, es necesario mejorar de inmediato las condiciones de comunicación y negociación del Sr. Öcalan, uno de los actores clave de la solución. Es indispensable, tanto legal como políticamente, que se le permita trabajar en condiciones más libres.
Demir destacó que el Parlamento es el lugar donde se discutirá y decidirá la solución y continuó:
"Llevar a cabo conflictos y negociaciones simultáneamente está erosionando la confianza entre la gente"
Las autoridades políticas y el Estado en su conjunto tienen la mayor responsabilidad de resolver la cuestión kurda. La constante presentación del asunto por parte del Estado como un ´problema de seguridad´ es el mayor obstáculo para el proceso de resolución. Las operaciones militares, llevadas a cabo simultáneamente con medidas pacíficas, están socavando gravemente la confianza pública y la credibilidad del Estado. La conducción simultánea de conflictos y negociaciones está erosionando la confianza de la población.
Por esta razón, es esencial que el Estado, junto con todas sus instituciones, participe en el proceso de manera abierta, coherente y constructiva. La paz no solo debe expresarse con palabras, sino también traducirse en políticas.
"Se necesitan reformas constitucionales y legales"
Una reforma constitucional basada en un nuevo contrato social que garantice la coexistencia libre e igualitaria de los pueblos es ahora inevitable. Sin embargo, antes de dar este paso, se requieren normas jurídicas que fortalezcan la confianza social. En particular, es imperativo incluir disposiciones humanitarias en el código penal respecto a los presos enfermos.
Además, las enmiendas a la Ley Antiterrorista y al Código Penal turco son esenciales para fortalecer la política democrática. En este contexto, el Décimo Paquete Judicial, que generó grandes expectativas, ha socavado la confianza pública en la paz y el proceso de resolución al guardar silencio sobre las cuestiones de los presos enfermos y el régimen de doble pena.
Esta situación ha aumentado las críticas de que se está presionando al Parlamento para que obstaculice la paz en lugar de promoverla. El hecho de que la sentencia de 2014 del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre el ´derecho a la esperanza´ aún no se haya aplicado ensombrece gravemente el Estado de derecho. A pesar de las reiteradas advertencias del Consejo de Europa, la falta de aplicación de esta decisión es incompatible con las obligaciones internacionales de Turquía."
"El modelo de Rojava debe tomarse como ejemplo para prevenir crisis y guerras en Oriente Medio"
Finalmente, Cemal Demir evaluó la guerra entre Irán e Israel, afirmando que esta no se desarrolló a favor de los derechos y que el modelo de gobierno de Rojava debería tomarse como ejemplo para prevenir crisis y guerras en Oriente Medio. El político kurdo declaró: "Hoy en día, el mundo se enfrenta a una grave crisis económica, política y social. En Oriente Medio, los regímenes opresivos unipersonales se están tambaleando, y están surgiendo nuevas estructuras políticas basadas en pueblos, creencias y sectas. Las fronteras trazadas con un gobernante hace un siglo se están cuestionando, y los pueblos buscan rápidamente nuevos modelos de coexistencia.
“La decisión está en manos del gobierno, el parlamento y el pueblo”
El modelo administrativo implementado en Rojava se ha convertido en una fuente de esperanza para una solución a este caótico proceso. La guerra entre Israel e Irán también debe interpretarse en este contexto. Turquía puede mantenerse al margen de esta ola democratizándose, resolviendo la cuestión kurda e implementando reformas legales. La perspectiva de solución democrática presentada por el Sr. Abdullah Öcalan es clave para la coexistencia pacífica no solo del pueblo kurdo, sino de todos los pueblos de Turquía. Permanecer indiferente a este llamado solo retrasará la solución y profundizará las heridas sociales.
Hoy hemos llegado a un punto de inflexión histórico. O se toman medidas audaces para hacer realidad la paz, o la crisis actual se agravará. La decisión está en manos del gobierno, el parlamento y el pueblo."